El Osezno que casi toca la puerta en Prioro revoluciona las Redes Sociales

Óscar Montero sorprendió a este pequeño ejemplar el pasado sábado en la puerta de su casa, en el pueblo de la montaña leonesa. En pocas horas se ha convertido en viral y ha saltado a la prensa nacional.

10 de Febrero de 2015
Actualizado: 12 de Febrero de 2015 a las 00:52
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Óscar Montero se disponía a salir de su casa en la localidad montañesa de Prioro en la mañana del pasado sábado cuando oyó unos ruidos en el exterior, frente a la puerta principal. El silencio que reinaba por la enorme acumulación de nieve de los días previos hizo que esos leves movimientos se escucharan bien claros. "Lo primero que hice fue mirar por la ventana, por si era alguien, y lo vi ahí parado. Me puse nervioso". No era para menos: el vecino que merodeaba su vivienda era un osezno que retozaba sobre las escaleras, las cuales apenas se veían por la nieve caída.


Apenas tuvo tiempo de coger su teléfono móvil, abrir lentamente la puerta para no asustarlo y hacer un disparo. El pequeño ejemplar de oso pardo se quedó un instante paralizado, tan sorprendido como el vecino.


"Al principio no supe muy bien de qué tipo de animal se trataba, pensé que era un perro grande, pero al fijarme me di cuenta de que era un esbardo, que subía tranquilamente por las escaleras".

"Mi primer impulso fue salir y tocarlo, pero luego no lo hice porque me advirtieron de que, al tratarse de una cría, la madre podría estar cerca y era peligroso", ha añadido Montero, que explica que vio al animal poco después de las dos de la tarde.

Y se le ocurrió dar a conocer la imagen a través de su Facebook. "Estoy alucinado, ha tenido una audiencia impensable, me han llamado de La 1, de la televisión de Asturias, periódicos... una movida", reconoce.


En el pueblo "no se habla de otra cosa". "Yo llevo solo dos años aquí, pero me han contado que hace muchos años, con motivo de otras nevadas gordas, ya vieron a un oso grande por el pueblo, supongo que como éste: buscando comida", relata este vecino reciente de Prioro. Y añade que en esta ocasión "la verdad es que me dio por pensar que quizá la madre del oso estuviera cerca, es lo lógico, pero no tuve miedo, aunque tampoco vi a ningún otro".


Su fotografía es ejemplo de cómo el temporal modifica los hábitos de los animales y les pasa mucha factura. "Hemos visto cerca jabalíes, venados... tienen un gran problema con la comida y se nota", comenta. Pero esa mirada del osezno es única, no se le irá jamás.