En números, la renta disponible bruta de los hogares volvió a caer entre abril y junio hasta los 173.235 millones. Aunque el recorte con respecto al mismo periodo de 2012 es mínimo, de apenas ocho décimas, prorroga durante un año más la tendencia a la baja que han sufrido los ingresos de las familias desde el inicio de la crisis en 2008.
El INE atribuye este descenso “por la disminución de la remuneración de los asalariados”, que retrocede un 5%. Según datos de la oficina de estadística, la puesta en marcha de la reforma laboral provocó en 2012 el primer descenso de los sueldos en el sector privado, lo que ha tenido continuidad en el arranque de 2013.
En cuanto al resto de los componentes de la renta de las familiias, el INE añade que el recorte de las remuneraciones no fue compensado por el aumento en un 7% del saldo neto de las rentas de la propiedad. Estas partidas equivalen a la diferencia entre los pagos por intereses, dividendos y similares que reciben y pagan los hogares.
En lo que se refiere al destino que las familias dieron a sus rentas, baja la partida destinada a pagar intereses, con un descenso del 7,6%, y también los fondos que se dedican al consumo. Esta última baja en un 2%. A este respecto, como el nivel de rentas cada vez es más bajo y se reduce el consumo, la tasa de ahorro vuelve a mejorar en el segundo trimestre de 2013. A cierre de junio, avanza dos décimas hasta el 11% de su renta disponible si se mide en períodos móviles de cuatro trimestres.