La pirotecnia de PiBierzo volvió a 'hacer temblar' los cielos de Pamplona. La penúltima noche de San Fermín tuvo acento berciano gracias al espectáculo de fuegos artificiales dirigido por Tania Fernández,, de Pirotecnia PiBierzo, que iluminó la Ciudadela con más de 500 kilos de pólvora y una propuesta vibrante, intensa y cargada de personalidad.
Desde los primeros compases, la exhibición destacó por su cuidada digitalización rítmica, con disparos sincronizados en varios tiempos y una paleta cromática fiel a los colores de San Fermín: el blanco y el rojo. El público acogió con entusiasmo el estallido creativo que se desplegó en su lugar.
El sello técnico y artístico de PiBierzo se dejó notar en cada fase del espectáculo, con piezas de gran calibre, palmeras de puntas multicolor, formaciones piramidales y abanicadas, y momentos especialmente impactantes como las repeticiones de farfallas, cada una con matices únicos. La amplitud del disparo, que cubrió toda la Ciudadela, fue una de las características más aplaudidas.
Pedro Alonso, director de PiBierzo, confirmaba a InfoBierzo que el espectáculo arrojó unos "500 kilos de pólvora" duró algo menos de 13 minutos y medio, “concentrado pero muy potente”, en línea con las exigencias actuales de los certámenes. “Nos volvemos al Bierzo con la esperanza de lograr un premio”, señalaba, recordando además qué "gran parte del montaje podrá verse en las próximas fiestas de la Encina",
Pamplona se rindió, por una noche más, al talento y la pólvora bercianos, con la esperanza de volver a disfrutarse mutuamente en próximas ediciones de una de las fiestas por excelencia del calendario nacional.
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