El jefe de servicio de incendios de la Junta de Castilla y León, Ángel Manuel Sánchez Martín, ha confirmado que el incendio originado en Yeres, que afecta al entorno de Las Médulas, continúa en una situación “complicada” y que, aunque se trabaja de forma intensa, hoy no se podrá dar por controlado.
Sánchez ha explicado que el operativo sigue la prioridad habitual en este tipo de emergencias: en primer lugar, garantizar la seguridad de la población; en segundo, proteger los cascos urbanos; en tercero, las infraestructuras; y, por último, actuar sobre el monte. “Esto provoca que a veces tengamos que abandonar sectores del incendio para centrarnos en proteger a la gente”, ha señalado.
Uno de los puntos críticos en estos momentos es la lengua de fuego que avanza en dirección al incendio de Llamas de Cabrera. Ambos focos, de nivel 2 de peligrosidad, podrían llegar a unirse si no se consigue frenar su avance. “Estamos trabajando para que no lleguen a juntarse, pero las condiciones son difíciles”, ha indicado el responsable, que también ha advertido de previsiones de cambios de viento con rachas fuertes que podrían complicar la situación en las próximas horas.
Según ha detallado, la lengua más virulenta se sitúa ahora en la zona de Ferradillo, mientras que el resto del perímetro presenta escasa llama, aunque persisten importantes columnas de humo y focos calientes. La complejidad del terreno, la gran cantidad de combustible vegetal seco y la necesidad de relevar a los equipos por fatiga añaden dificultad a las labores de extinción.
Las autoridades mantienen que no se permitirá el regreso de la población evacuada hasta que se pueda garantizar plenamente la seguridad de los núcleos afectados.
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