El alcalde de Villafranca del Bierzo, Anderson Batista, ha asegurado a InfoBierzo que el consistorio insistió en varias ocasiones a la consejería de Patrimonio de la Junta de Castilla y León sobre la idoneidad de los materiales empleados en la reparación de las escaleras de la colegiata de la Villa del Burbia. Es más, el propio Ayuntamiento llegó a emitir un informe desfavorable sobre la actuación, precisamente haciendo referencia a la sustitución de piedra cuarcita gris-azulada por granito marrón.
El regidor recuerda que la obra corre a cargo del gobierno autonómico y que la propiedad de los terrenos donde se acometen las obras es del Obispado de Astorga, por lo que el Ayuntamiento de Villafranca tan sólo podía dar cumplimiento al trámite tras mostrar su "clara postura emitiendo un informe desfavorable". "A menos que hubiese una ilegalidad o un incumplimiento jurídico, el Ayuntamiento no podía, sino dar cumplimiento al trámite una vez le habíamos hecho llegar a Patrimonio nuestros informes", aseguraba Batista, que reconocía que es un tema muy delicado y que está levantando ampollas entre los vecinos.
Y es que la Asociación cultural Burval, El Filandón Berciano, Escola de Gaitas y Cultura 54 denunciaron que el gobierno autonómico "no han tenido en cuenta el informe desfavorable del arquitecto municipal" ni su la oposición de estas cuatro asociaciones así como de más de 250 personas que han mostrado su desacuerdo. Y es que la Junta sustituirá varios peldaños de piedra cuarcita gris-azulada con granito marrón.
La Consejería de Patrimonio transmitió al ayuntamiento villafranquino la imposibilidad de encontrar el material original para sustituir el dañado, y "usaron el más similar que hubiese disponible". El propio alcalde reconoce que "no es el material idóneo" y lamenta que no se haya podido encontrar una piedra más parecida.
El proyecto, con un coste de 29.625 euros a los que hay que sumar 4.000 de los honorarios de los facultativos, plantea una intervención que sirva para corregir el deterioro de los peldaños y garantizar las condiciones de accesibilidad. Se emplearán peldaños uniformes en huella y tabica horizontales con pendiente para facilitar el desagüe y con el borde recto. También se repondrán algunos tramos con nuevo material y se reutilizará parte del existente.
La escalinata consta de dos tramos rectos, dispuestos en forma de ‘L’. Enmarcando los diferentes tramos aparecen unas columnillas, con capiteles de traza plateresca, lo que permite datar el conjunto de la escalinata en el siglo XVI, que coincide con la fábrica actual de la Colegiata.
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