El juicio ha quedado visto para sentencia este miércoles después de 55 minutos de conclusiones de la defensa, un turno de 36 minutos del Ministerio Fiscal, 20 minutos de la acusación y 10 minutos de alegato final del acusado.
Después de las 3 jornadas de juicio cabe la posibilidad de R.G.P entre en prisión por la ampliación del delito que se le imputa, uno contra la libertad sexual y otro contra el correcto funcionamiento de la función pública.
En base a estas acusaciones el Ministerio Fiscal pide una condena de 19 meses de cárcel, diez años de inhabilitación y 6.000 euros de indemnización.
El profesor insistió en su inocencia y sólo lamentó haber aprobado a la alumna sin merecimiento, por evitar problemas ante su carácter problemático, como volvió a afirmar el acusado.
Es más, el profesor -que dimitió de su plazo a raíz de estos hechos acaecidos en 2010- asegura que se vio presionado por la actitud de la joven a “quitársela de encima” y acusa también a la dirección del Campus en el Bierzo de haber levantado contra él “un complot” para evitar que la Universidad de León se viera perjudicada.
Sin embargo, en su declaración la alumna expuso el contenido sexual que tenían algunas tutorías y la insinación de que "había muchos métodos para aprobar, si se fía de mí". Un comportamiento que otras testigos han ratificado ante el juez durante el juicio.
La defensa pide la libre absolución y advierte que el cambio en la consideración de delitos que ha realizado el Fiscal después de 6 años de intrucción de la causa, motivará la apelación de la sentencia de resolverse en esas nuevas imputaciones, alegando indefensión.
Después de las 3 jornadas de juicio cabe la posibilidad de R.G.P entre en prisión por la ampliación del delito que se le imputa, uno contra la libertad sexual y otro contra el correcto funcionamiento de la función pública.
En base a estas acusaciones el Ministerio Fiscal pide una condena de 19 meses de cárcel, diez años de inhabilitación y 6.000 euros de indemnización.
El profesor insistió en su inocencia y sólo lamentó haber aprobado a la alumna sin merecimiento, por evitar problemas ante su carácter problemático, como volvió a afirmar el acusado.
Es más, el profesor -que dimitió de su plazo a raíz de estos hechos acaecidos en 2010- asegura que se vio presionado por la actitud de la joven a “quitársela de encima” y acusa también a la dirección del Campus en el Bierzo de haber levantado contra él “un complot” para evitar que la Universidad de León se viera perjudicada.
Sin embargo, en su declaración la alumna expuso el contenido sexual que tenían algunas tutorías y la insinación de que "había muchos métodos para aprobar, si se fía de mí". Un comportamiento que otras testigos han ratificado ante el juez durante el juicio.
La defensa pide la libre absolución y advierte que el cambio en la consideración de delitos que ha realizado el Fiscal después de 6 años de intrucción de la causa, motivará la apelación de la sentencia de resolverse en esas nuevas imputaciones, alegando indefensión.
