El delegado territorial de la Junta en León presentó hoy en Fabero las unidades de convivencia, un modelo residencial que permite a las personas de la tercera edad vivir en una residencia, pero como si estuvieran en su casa.

Este modelo piloto, que permite humanizar la atención así como favorecer la sostenibilidad de las residencias en el medio rural, en el Bierzo sólo se ha puesto en marcha, al menos de momento, en la residencia San Blas de Fabero.

García visitó hoy esta residencia y allí participó en una reunión de trabajo con técnicos y responsables de Servicios Sociales de ayuntamientos bercianos en la que presentó este nuevo modelo asistencial dirigido a mejorar la atención que se presta a nuestros mayores.  “Las unidades de convivencia es lo más parecido a un hogar, porque en ellas  viven pocas personas, y los residentes tienen todo el mobiliario que tendrían si estuvieran en su hogar”, dijo. “Además en ellas se presta la mejor atención posible a nuestros mayores”, puntualizó García.

El alcalde de Fabero, José Ramón Cerezales, por su parte, mostró su satisfacción porque la Junta de Castilla y León haya elegido este municipio del Bierzo para poner en marcha “este programa piloto, que rompe con el traumatismo que supone entrar en una residencia, y que intenta que se siga creando hogar”.

Y es que, según Cerezales, se trata de “un bueno modelo” para que las personas se sientan “más integradas”.

En la residencia San Blas de Fabero, un total de 15 personas, (el número máximo que admite este proyecto piloto), participan en este nuevo “modelo de convivencia".