Aprovechando el Día de los Inocentes, un grupo de afectados por esta urbanización en el barrio de La Rosaleda, apoyados por la plataforma PAH, acudieron frente al bloque para colocar un monigote. La broma de la promotora costó a cada familia entre 10.000 y 30.000 euros.
Una vez más parte de los afectados por el escándalo urbanístico de Parque Pirsa en Ponferrada, que afecta a más de 50 familias, han decidido alzar la voz para reivindicar la presunta estafa en la que se han visto inmersos tras depositar parte de sus ahorros en la entrada para su piso en la última de las cuatro promociones que esta constructora estaba levantando en La Rosaleda. Estafas que ascienden van desde los 10.000 a los 30.000 euros y que suman, en total, unos 750.000 euros.
Esta no ha sido la primera vez que los afectados se han movilizado, pues hace semanas intentaron ocupar los bloques, pero la SAREB -el banco malo-, ha colocado vigilantes privados para que el escándalo no afecte a la recolocación en el mercado de los mismos. Cabe recordar que el banco malo ejecutó el embargo de los tres bloques cuando la constructora recurrió al concurso de acreedores, sin tener en cuenta que muchos de los pisos ya estaban encargados por estas familias.
Algunos de los afectados fueron pagando poco a poco, mientras que otros lo hicieron de golpe, pero también los hubo que compraron sobre plano e introdujeron reformas, lo que otorga mucho más valor a la vivienda. La peor parte es que el banco malo no les da la opción de recomprarlo reconociendo lo que ya pagaron, ni mucho menos les prometen la devolución de lo invertido. Ante la perplejidad de comprobar que las que iban a ser sus casas están siendo gestionadas por varias inmobiliarias de Ponferrada para conseguir vendérselas a otras personas, estas familias, apoyadas por la PAH, han comenzado a plantear demandas por presunta estafa contra los administradores de la extinta compañía Construcciones Parque Pirsa.
