Los retos de Manuel García Viejo descansa en el cementerio de la Orden de San Juan de Dios, al lado de su compañero de orden, Miguel Pajares, ambos infectados por ébola.
El funeral por su alma se celebró este sábado, a las once de la mañana, en la capilla del hospital San Rafael de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, a la que pertenecía el religioso berciano.
La familia del sacerdote fallecido celebrará mañana domingo, a partir de las 13 horas, una misa de funeral en la iglesia parroquial de su pueblo natal, Folgoso de la Ribera, una localidad fuertemente consternada por el fallecimiento, en la que las banderas ondean a media asta y que ha decretado dos días de luto.
El alcalde de Folgoso, José Antonio García, reconoció que García Viejo era un hombre que realizaba una "labor encomiable". "No tengo calificativos para describir como ha quedado el pueblo con su pérdida”, dijo. Destacó que estaba en Sierra Leona por su vocación misionera, “para ir al encuentro de los más pobres y vulnerables”. Además, recordó que entre ellos se hizo “débil” hasta el punto de morir a causa de esta enfermedad para la que la medicina aún no tiene respuesta eficaz. “Fue un jarro de agua fría ya que teníamos la esperanza de que Manuel saliera adelante”, afirmó.
Al poco de conocer el fallecimiento del religioso, también el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, tuvo un emocionado y especial recuerdo para su labor y lo calificó de “héroe universal”, reconociendo un esfuerzo “impagable” en África y el haber contribuido con su trabajo y con su vida a luchar “contra las enfermedades y la desigualdad”.
El religioso berciano pasó los últimos 30 años de su vida trabajando como misionero en África y llegó a España en la madrugada del pasado lunes, en un avión de las fuerzas aéreas con cámara de aislamiento para ser tratado de la enfermedad que había contraído en Sierra Leona. Sin embargo, los médicos nada pudieron hacer para salvarle la vida y Manuel García Viejo fallecía el pasado jueves en el Hospital Carlos III de Madrid.
Tras haber superado 72 horas de manera estable, el jueves su salud se había visto agravada, ya que seguía sin recibir ningún tipo de medicación para tratar el ébola porque el suero experimental ZMapp se encuentra agotado.
