Un peregrino valenciano fue atacado el pasado miércoles por dos perros dentro del núcleo de La Laguna, en Vega de Valcarce, dejándole importantes fracturas que incluso podrían necesitar intervención quirúrgica. Así lo confirmaba a InfoBierzo el propio afectado, Pablo Rodrigo Torralba, que ya se encuentra volviendo a Valencia después de esta traumática experiencia y con una muñeca y la cadera rota.
El suceso tenía lugar antes de las 7 de la mañana del pasado miércoles, cuando este peregrino cruzaba La Laguna con la intención de llegar hasta O Cebreiro sobre las 8 horas. Sin embargo, la etapa se complicó como no hubiese podido imaginarlo cuando se topó con dos perros "como si fueran un cruce, pastores y de caza, de tamaño mediano-grande", relata.
"Los dos perros estaban en medio del camino en la Laguna en la cuesta, y no paraban de ladrarme. Me percaté que cada vez ladraban más e intenté dar un pequeño rodeo en la explanada antes de ir a la cuestecilla de La Laguna, donde estaban los perros y tenía que pasar sí o sí. Los perros se me acercaron hasta muy pocos centímetros, labrando y sacándome los dientes. Me asusté y pedí ayuda gritando, esto hizo que los perros fueran corriendo hacia mí".
Cuando trató de esquivar a los animales, que en todo momento estuvieron sueltos y sin su dueño cerca, y que seguían ladrándole e intimidándole, el peregrino acabó cayendo de espaldas. "Con los 9 kilos de las mochilas, caigo de espaldas y ruedo. Mis gafas se caen al suelo, mi mochila también. Noto que no me puedo levantar que me duele mucho la muñeca y especialmente la cadera. Gateo como puedo para ponerme detrás de un muro pequeño, con la esperanza de que los perros no volvieran y permanezco ahí mareado y sin fuerzas", lamenta.
Después del shock inicial Pablo llama al 112, "primero me contestan en Galicia diciendo que no era competencia de ellos, pero consigo ponerme en contacto con una ambulancia de emergencias del Hospital del Bierzo". Poco después, "empiezan a llegar peregrinos que me van auxiliando. Entre varios peregrinos me levantan, y me empiezan a dar agua detrás del muro donde estaba. Yo les empiezo a narrar a los peregrinos que pasaban en inglés y en francés que me han atacado dos perros. Tres peregrinos consiguen contactar al "dueño" de los perros quien no me dijo su nombre ni me preguntó si estaba bien. En vez de eso, me preguntó si los perros me atacaron en su parcela."
Cosa que no sucedió, ya que todo pasó en el camino. El hombre también se interesó por si los perros le habían mordido, cosa que tampoco hicieron. Lo que sí le relató el peregrino fue el fuerte golpe que se había dado y el dolor que tenía a consecuencia, "no reaccionó a esto y se fue nada más decirle eso, no me ayudó."
Tras llegar al complejo hospitalario berciano, el peregrino recibió asistencia médica así como una inspección general que concluyó que tenía rota la muñeca y la cadera y que tendrá que estar de baja 6 semanas con riesgo de tener que operarse. Una vez llegue a Valencia volverá tratarse con los médicos locales, tal y como le recomendaron los profesionales bercianos.
Tras un día en observación, Pablo emprende el camino de regreso a Valencia con importantes secuelas. "Me preocupa enormemente la seguridad en las pedanías rurales donde los perros pasean muchas veces a sus anchas y no están vigilados. La ruta a O Cebreiro está muy transitada... ¿Qué pasaría si los ataques fueran más recurrentes o sí en vez de mi caso que soy un peregrino de 32 años, atacan a una persona más mayor que esté sola?", se preguntaba.
Así, después de hablar durante el pasado miércoles con la Guardia Civil de Villafranca del Bierzo, Pablo sí se plantea emprender medidas legales contra el dueño de estos animales.
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