Prisión para el berciano Lupin, mayor ciberestafador de España

Sin formación académica, pero con una mente privilegiada, comenzó muy joven a realizar estafas a través del smartphone de la pareja de su madre y a relacionarse con otros delincuentes. Ingresó en un centro de menores del que escapó y, ya cumplida la mayoría de edad, residió en una prisión del norte de España

11 de Enero de 2022
Actualizado: 13 de Enero de 2022 a las 10:17
Guardar
El ciberestafador berciano Lupin suma una nueva sentencia a su lista de condenas
El ciberestafador berciano Lupin suma una nueva sentencia a su lista de condenas


El pasado domingo, tras su detención el sábado, Jordi Arias Fernández, más conocido como Lupin o el mayor ciberdelincuente de España, ingresó en prisión, según adelanta el Diario de León.

Recordemos que agentes de la Policía Nacional le detuvieron en la madrugada del sábado en una discoteca del distrito Centro de Madrid. Los hechos ocurrieron en torno a las seis de la madrugada, cuando los agentes localizaron al joven berciano en un local de ocio nocturno de la calle Toledo de la capital. Después de que los agentes confirmaran su identidad, comprobaron que le constaban en vigor ocho reclamaciones judiciales por estafa emitidas por juzgados de Ponferrada, Elche, Guadalajara, Albacete, Cádiz y Madrid, por lo que fue inmediatamente detenido.

Cuando llegó a los calabozos el de Ponferrada pidió el 'habeas corpus', la puesta a disposición inmediata ante el juez, pues consideraba que "no debía estar allí arrestado".

Así, fue trasladado a los juzgados de Plaza de Castilla. El juzgado de guardia, el número 3, y la magistrada que se encontraba allí desestimó su puesta en libertad tras consultar las múltiples causas abiertas de Lupin.

De ese modo, Lupin pasó la noche en los calabozos de Plaza de Castilla hasta que el domingo el juez de guardia decidió mandarse a prisión.

Fuentes jurídicas señalan la actitud tan 'sobrada' del estafador, como explica ABC.



Lupin

Arias, nacido en Ponferrada y criado en Cubillos del Sil en el seno de una familia desestructurada. En ocasiones el detenido llegó a ingresar 300.000 euros al mes y contaba con un grupo criminal organizado a sus órdenes, con el que esperaba dar un ‘gran golpe’ en el Black Friday en el que obtener un millón de euros.

Sin formación académica, pero con una mente privilegiada, comenzó muy joven a realizar estafas a través del smartphone de la pareja de su madre y a relacionarse con otros delincuentes. Ingresó en un centro de menores del que escapó y, ya cumplida la mayoría de edad, residió en una prisión del norte de España.

Conocido como Lupin -en honor al personaje de cómic Arsenio Lupin, un ladrón de guante blanco caracterizado por su elegancia-, vivía obsesionado con evitar su captura y para ello llevaba una vida nómada de hotel en hotel y cogía hasta 18 taxis al día para evitar ser rastreado. Aún así, el chico presumía de llevar una vida de lujos y excesos, incluso se grababa a sí mismo sacando dinero en cajeros de las cuentas bancarias de las víctimas y alardeando de las desorbitadas cantidades de billetes que atesoraba.