Un total de 126 personas de las que acudieron al centro recibieron información y orientación para afrontar el problema de alcoholismo y la mitad de ellas iniciaron el tratamiento. De estas últimas, un 45% permanece en tratamiento y un 32,6% lo han abandonado (bajas o traslados).
Según los datos aportados por BEDA y recogidos en la Memoria 2019, el 70,3% son hombres y el 29,7% mujeres. La edad mínima de los asistentes al centro es de 20 años y la máxima 78, siendo la edad media de 45,2 años.
Respecto al inicio en el consumo de alcohol la edad media es de 16 años, aumentando respecto a 2018 cuando se establecía en 14 años. En cuanto a los problemas relacionados con dicho consumo la edad media es de 30,48 años, similar para hombres y mujeres.
El perfil de los asistenes a BEDA en 2019 en cuanto a su estado civil indica que en su mayoría (55%) están casados y el 23% solteros; el 45% están trabajando y el 31% en el paro. El resto, en cuanto a su ocupación, son amas de casa, jubilados o con algún tipo de incapacidad o baja médica.
Datos clínicos y tratamiento
Según han informado desde BEDA, la forma de consumo sigue siendo, mayoritariamente, de forma diaria (61%), pero se mantiene el incremento de los consumos de tipo compulsivo (39%) -mucha cantidad en poco tiempo-.
En cuanto al tratamiento, la mayoría acude "empujado" por su familia (56%), por iniciativa propia el 25% y por derivación de profesionales sanitarios y derivads de servicios sociales. Durante dicho tratamiento, el 87% acude con alguna persona de apoyo que participa activamente en el mismo. La mayoría de estos familiares son parejas (39%), madres (20,3%), hermanos (11,9%), hijos (6,8%) y otros (3,4%).