
Entre chucherías, revistas, periódicos y demás, niños, padres y generaciones enteras de familias de la zona alta de Ponferrada, como de otros puntos de la capital del Bierzo, han 'peregrinado' hasta su kiosco de confianza cada día del año. Daba igual que el frío hiciera tiritar o el incesante calor del verano imperara, porque Socorro y su gente estaban siemrpe dispuestos a responder a las necesidades de sus clientes. Sin embargo, una merecida jubilación está a punto de llegar, y será a partir del próximo 17 de abril cuando las caras conocidas del interior del lugar, cambien.
El kiosco 'El Plantío' se despedirá de éstos, a la espera de que esta infraestructura informativa, golosa y social, encuentre un nuevo gerente, y así poder seguir ofreciendo a las gentes del bario del Plantío su dosis diaria de papel, azúcar e incluso nicotínicas. El objetivo de Socorro es no dejar que los años empiecen a pasar por el kiosco sin que nadie lo albergue, pasando a convertirse en un fósil vial, que durante años vio como los niños del Parque del Plantío disfrutaban de las mejores tardes de la infancia, y de sus padres y abuelos, que siempre acompañaban a los más pequeños para consentirles un capricho de esos que Socorro tenía siempre preparados.

Cada vez son menos los kioscos abiertos en Ponferrada, una herencia de una sociedad que vivía en las calles, en las plazas y en los parques, sin teléfonos móviles, sin consolas, y que con unos pocos céntimos la tarde ya estaba hecha. Ahora toca esperar a que algún vecino de Ponferrada sea valiente -aunque cueste- y de un paso al frente, para seguir ofreciendo este servicio que tantos años ha respondido a las necesidades de los ponferradinos, turistas y bercianos en general, que sino iban a pie, aparcaban rápido en las inmediaciones, llenaban el coche de lo que fuera, y hasta la próxima, que siempre era más pronto que tarde.

