Termina sin acuerdo el acto de conciliación por el despido del trabajador en el Parador de Villafranca del Bierzo. A las puertas de la sede de la Junta de Castilla y León en Ponferrada, un grupo de personas del sindicato CGT acudió para expresar su apoyo a Pablo Rodríguez, que anunció que siguiente paso será la vía judicial.
El trabajador denunció el despido por la recopilación de información tras la convocatoria de asamblea que debía decidir si prestarían servicio durante los festivos de los meses de diciembre y enero. Tras el acto de conciliación, aseguró que había llevado a cabo una labor estadística en el marco de su labor sindical.
Sobre esa información que se encargó de recopilar el trabajador y que derivó en su despido, Rodríguez aseguró que "la empresa alega que eso es secreto y que no podría un empleado tener los datos, cuando luego quieren fomentar la supuesta transparencia". Esos datos, añadió, se referirían a habitaciones totales y una comparativa antes y después de la pandemia en diciembre y enero de los cubiertos, ingresos totales "que se puede encontrar en cualquier lado", y la plantilla del parador. "Quiero decir que todos los días nos entregan una fotocopia, que es un informe diario en el que ya aparecen esos datos, sólo faltaría el de la plantilla".

"Soy un simple camarero, se han encargado de subrayarlo, siempre alegan que ellos se encargan de informaciones, de los datos, cuentan el relato, y tú lo tienes que comer y dirigir. Y yo los noté molestos que un simple camarero propusiera al resto de trabajadores una alternativa".
Denunció que, el director del Parador "empezó con las presiones, las coacciones, vinieron desde Madrid el director de Relaciones Laborales y lo mismo, intentando implantar la fobocracia".
El trabajador afectado, que asegura que la línea de defensa pedirá la improcedencia del despido, denunció que esta situación puede crear un precedente porque "han conseguido transmitir miedo, mandan un mensaje aleccionador a la plantilla que sienta un precedente muy feo". En consecuencia, dijo que los trabajadores "tienen miedo a represalias", "se va a señalar a cualquiera que quiera hacer una labor sindical".
A las puertas de la sede de la Junta en Ponferrada, una veintena de personas secundó el llamamiento del sindicato CGT para acompañarle y transmitirle su apoyo, con consigas como "si nos tocan a uno, nos tocan a todos".


Rodríguez llevaba nueve años desarrollando su actividad en seis paradores, "yo me sentía parte de la empresa", lamentó.
El parador de Villafranca tiene en el orden de 30 empleados, según afirmó, con "mucho eventual, y siempre presionan con esas cosas porque no van a renovar a nadie que señale que se cumplan los derechos".
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