Asaja advierte que el rendimiento por hectárea de viñedo en El Bierzo es bajo por un censo de viñas "inflado"

El déficit productivo en la D.O. Bierzo es del 33,3%, mientras que en la D.O. León es del 58,3%

26 de Octubre de 2018
Actualizado: 26 de Octubre de 2018 a las 18:00
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Asaja (Asociación de Jóvenes Agricultores) advierte que el rendimiento por hectárea de viñedo en El Bierzo es bajo por un censo de viñas "inflado". Las dos denominaciones de origen en el sector del vino de la provincia registran los rendimientos de uva por hectárea más bajos de toda España.

Esta semana se han conocido los datos de uva controlada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo, de 11,2 millones de kilos de uva, lo que supone rendimientos por hectárea próximos a los 4.000 kilos. Si se señala que unos rendimientos medios razonables son los 6.000 kilos por hectárea, el déficit productivo en la D.O. Bierzo es del 33,3%, mientras que en la D.O. León es del 58,3%.

ASAJA niega que los rendimientos en ambas zonas de producción de uva de calidad de la provincia de León, a pesar de algunas condiciones climáticas desfavorables, sean tan desastrosos como denotan los datos oficiales de las  denominaciones de origen. Lo que realmente ha ocurrido es que una parte importantísima de la producción de uva de la provincia se ha vendido a otras zonas
productoras, incluida Castilla La Mancha por insólito que parezca, y se ha vendido a bodegas que etiquetan como “Vino de Castilla y León” o simplemente como vino de mesa.

En el caso del Bierzo, la fuga de uva no ha sido tan elevada, y lo que se ha producido es una “desatención de la viña” por parte de viticultores no profesionales, a la vez que se cuenta con un censo de viñedo “inflado” que distorsiona los datos estadísticos.

ASAJA pide a todo el sector una reflexión serena y un posterior cambio radical en el modelo de negocio para poner en valor la uva y el vino de la provincia de León, donde se marque como objetivo crecer en superficie y volumen, etiquetar la totalidad de la producción que reúna los requisitos de calidad, vender productos de valor añadido y, consecuencia de todo ello, pagar por la uva precios remuneradores acordes con los que se manejan en las zonas de producción limítrofes a las nuestras.