El balance energético de Castilla y León en 2015 constata que el 55,2 por ciento de su generación eléctrica durante el año pasado se dirigió a exportación y acabó abasteciendo las necesidades de otras comunidades autónomas. En concreto, de los 31.235 gigavatio-hora (Gwh) que se generaron, 17.259 se dedicaron a exportación, frente a una demanda de 13.122 en el territorio autonómico; y 854 se gastaron en bombeo.
El balance eléctrico para España arroja un saldo exportador de apenas 133 Gwh. Y es que esta semana, con motivo de la celebración de la Junta General de Accionistas de Red Eléctrica de España (REE), los medios de comunicación pudieron conocer el liderazgo “solidario” de Castilla y León entre las autonomías españolas como exportadora neta de energía y su posición como “pilar fundamental” en renovables y para el “equilibrio” del sistema.
Los datos facilitados a la agencia Ical por el delegado regional de Red Eléctrica de España (REE), Ignacio Fernández, también constatan que en 2015, los indicadores de mejora de la actividad económica y del consumo que dieron como resultado incrementos en torno a los tres puntos en el PIB autonómico requirieron de una mejora de los factores primarios de crecimiento, con su reflejo en la demanda eléctrica regional, que creció un 2,3 por ciento, medio punto por encima de la media para el conjunto de las autonomías (1,8 por ciento).
El balance de energía facilitado por REE refleja que Castilla y León asumió el cinco por ciento de la demanda total nacional; con 5,3 Megavatios hora (Mwh) per capita, que suponen tres Mwh por habitante descontando grandes consumos.
El informe recoge que Castilla y León genera un 238 por ciento de lo que demanda; con una producción que representa el 11,7 por ciento del global nacional. Asimismo, la Comunidad asume el 23 por ciento de la producción eólica en España; y el 6,3 por ciento de la solar, aunque sobre todo destaca su aportación en hidráulica, un 26,6 por ciento del total en el conjunto nacional, lo que la convierte en un “pilar fundamental” a la estabilidad del sistema eléctrico, porque en el resto de renovables la materia prima de generación no es almacenable y se genera al albur de las condiciones meteorológicas. El documento precisa que en generación con carbón la autonomía aportó el año pasado el 17,6 por ciento de la generación nacional con esta fuente.
Una autonomía renovable
El reparto del balance de energía eléctrica dentro de la Comunidad, lo encabezó en 2015 la eólica con el 36 por ciento del total; seguida por el carbón, con un 30 por ciento; y la hidráulica, con un 24 por ciento. Asimismo, la cogeneración absorbió el seis por ciento; la solar el tres por ciento; y otras renovables, un uno por ciento. En este sentido, cabe destacar que el 64 por ciento de la generación eléctrica de la Comunidad es renovable, frente a un porcentaje en España del 36 por ciento.
Potencia instalada estancada
Por lo que se refiere a la potencia instalada en la Comunidad, se situó el año pasado en los 14.281 MW, lo que supone un ligerísimo aumento del 0,1 por ciento respecto a los 14.274 de 2014; cuando en España se elevó un 0,4 por ciento, hasta los 106.187 MW, siempre según REE.
La potencia con la que cuenta Castilla y León represente el 13,4 por ciento del total en España. En eólica, Castilla y León asume el 24,6 por ciento del total nacional, y en solar, el 7,1 por ciento. En hidráulica, en la Comunidad está instalado el 21,6 por ciento del total en España.
En cuanto al reparto dentro de la propia autonomía de las diferentes fuentes de generación por potencia instalada, destaca sobre las demás, la eólica, que asume el 40 por ciento del total; seguida por la hidráulica, con el 31 por ciento. Asimismo, el carbón (térmicas), asume el 18 por ciento; la cogeneración, el cinco por ciento; la solar fotovoltaica, un tres por ciento, el mismo porcentaje que para la nuclear, del tres por ciento, por Garoña, planta que permanece a la espera de que se decida sobre su futuro.