En plena crisis de las salas de cine resulta especialmente peculiar encontrar un atisbo de esperanza en plena España vaciada. Este es el caso de Villablino, que pese al descenso de población que sufre, cuenta todavía con el cine de la localidad abierto y la ilusión de los dos empresarios que están a su cargo. Sherezade y Javi nos cuentan su historia de amor por el séptimo arte y cómo consiguen que el Cine de Villablino se haya convertido en un reducto imprescindible del ocio del Valle de Laciana.
Resulta inevitable que el Cine de Villablino llame la atención de todo el que se acerque a conocer su historia. La localidad, que cuenta con menos de 8.000 habitantes actualmente, se ha convertido en uno de los supervivientes a la crisis actual de las salas de cine, al ser de las pocas en mantenerse abierta en la España vaciada.
El cambio de hábitos tras la pandemia ha dinamitado a las pequeñas y medianas salas, que difícilmente subsistían ya tras la crisis de 2007. Esto añadido a la ebullición de las plataformas streaming, que estrenan muchas de las producciones a tan solo 15 días del estreno en salas ha hecho que cada vez resulte más difícil que los cines clásicos de toda la vida que recordábamos desaparezcan.
El Cine de Villablino se ha convertido en todo un símbolo de supervivencia ante semejante crisis, que actualmente ha hecho que al menos el 28% de los cines se encuentra en riesgo elevado o máximo de impago según los datos de Insight View publicados por la compañía Iberinform.
Sherezade y Javi, nacidos en Villablino, son los dos emprendedores que decidieron apostar por este negocio tras la pandemia. "Vivíamos en León por circunstancias, pero nos gusta vivir aquí y cuando Javier tuvo la oportunidad de trabajar a distancia, en 2015, volvimos aquí para criar a nuestros hijos". Tras la crisis del Covid 19 en 2020, que cerró varios negocios, el Cine de Villablino continuaba sin abrirse. Fue en ese momento cuando ambos decidieron que "no podía estar cerrado", no podíamos perder lo poco que teníamos y estudiamos la opción de cogerlo nosotros".
Ambos, amantes del séptimo arte, explican ilusionados que su principal objetivo es que el cine permanezca abierto y agradece a su anterior propietaria, Verónica, toda la ayuda prestada para seguir adelante con esta labor, ya que "lo coges sin tener ni de idea de nada". Esta nostalgia por aquellos tiempos en los que la visita al cine el fin de semana era casi obligada, hizo que ambos decidieran comenzar esta aventura, "al vivir fuera para Javier el hecho de ir al cine era siempre venir aquí al pueblo", señala Sherezade. "Además con niños te tienes que trasladar a Ponferrada, Oviedo, o León a ver una película". Una decisión, de la que lejos de arrepentirse se muestran muy orgullosos, "fue muy acertada", sentencian.
La historia del Cine de Villablino
Esta sala de cine, ubicada en la localidad del Valle de Laciana, es un proyecto familiar, de los hermanos Andrés y Javier, que después regentó Verónica, hija de Javier, y lleva aproximadamente 30 años en pie. Antes de esta sala, en el año 1950, el primer cine se situó en la zona alta del pueblo. Con el 'boom' de las salas de cine en los años 70 se construyó este, que contaba con alrededor de 600 butacas, tenía el gallinero y el palco arriba. "Cuando éramos pequeños hemos ido a este cine, recuerdo esta barra que lleva aquí desde entonces y las primeras películas que hemos visto han sido en ese cine", destaca Shere emocionada. Una nostalgia que también invade a su marido Javier, que recuerda que la primera imagen que tiene de este Cine fue "para ver Batman, la de Michael Keaton, con 7 años en el 1994".
Superviviente de las crisis
La crisis del Covid 19 dejó devastado al sector del cine, concretamente el de las salas pequeñas y medianas, que vieron como sus espectadores cambiaban de hábitos tras la pandemia y los clientes resultaban cada vez más difíciles de fidelizar, con el añadido de que los estrenos en las salas gozaban de periodos demasiado cortos debido a su futuro estreno en las plataformas de streaming.
"Nosotros no sabíamos que había ese descenso tan brusco de en torno al 60% de espectadores", pese a ello reconocen que igualmente hubieran tomado la decisión de reabrirlo o "por lo menos intentarlo". Sin embargo, si aseguran que las cifras antes de la pandemia están bastante alejadas de las actuales, "con los de ahora te baja el ánimo y nos preguntábamos si lo estaríamos haciendo bien porque éramos nuevos", apuntan.
Lo cierto es que los últimos estudios realizados destacan precisamente esta tendencia a la baja de las cifras tras la pandemia, algo que los propietarios achacan al cambio de hábitos. "Los números desde que abrimos se mantienen en una línea uniforme, excepto en verano o en Navidad, cuando la población aumenta, viene la gente de fuera". Una de las ventajas que atrae precisamente a este cine son los precios, "comparados con las ciudades grandes son muchísimos más bajos, la gente de fuera lo aprecia".
Un aliciente en la oferta cultural de Villablino
Sin duda la apertura del cine tras la pandemia ha supuesto un orgullo para Villablino, que ha visto como permanecía en el pueblo esta alternativa al ocio en un lugar donde "los fines de semana son muy largos" y la climatología no acompaña, "hay frío y lluvia", señalan los emprendedores. De hecho, mucha gente se sorprende de que en una localidad con menos 8.000 habitantes haya cine: "¿Tenéis cine en Villablino? ¿No es pequeño? Mi pueblo es más grande y no tenemos de nada", son algunos de los comentarios que estos emprendedores están acostumbrados a oír cuando aterriza en Villablino gente que no es de allí. "La gente que viene de fuera se sorprende de que tengamos cine con películas actuales y no antiguas".
La intuición como guía
La labor de Sherezade y Javier, va más allá de lo que la gente puede ver dentro de los muros de este cine. Más allá de la gestión de horarios, finanzas y la conciliación de vida familiar, la elección de las proyecciones se convierte en todo un quebradero de cabeza y un 'Tetris'. Para organizar las películas miramos las críticas, vas viendo que estrenos habrá en un mes o dos, con qué fechas te coincide, que se pueda aprovechar por el mayor número de gente, si tengan las distribuidoras ponerla de estrenos. "Vas cuadrando una u otra según si te las dan o no, el éxito que pueda tener".
"Al final te guías por la intuición, lo que les gusta aquí", explica Sherezade. Uno de esos ejemplos, en los que aunque todo apunte a que será un éxito, la cosa se puede torcer, es la historia de 'Napoleón', protagonizada por Joaquin Phoenix, con tráiler apasionante, que en el último momento la crítica echo abajo el film. En la cara opuesta de la misma moneda con un éxito inusitado, 'El maestro que prometió el mar', la película española "funcionó muy bien a la gente le gustó mucho", admiten.
Pero sin lugar a dudas si hay una anécdota que supera a todas las demás, incluso al super éxito de 'As bestas', es el 'Barbieboom'. La película dirigida por Greta Gerwig se convirtió en todo un acto social, que superó todas las expectativas. Pese a que los propietarios tuvieron que "esperar tres semanas a ponerla", ya que en julio el pueblo estaba vacío, fue todo un éxito de asistencia: "varias generaciones de madres, padres y amigos vestidos de rosa" acudían a este estreno que provocaba largas a colas a la entrada del Cine.
Las anécdotas de este éxito no terminan ahí. El marketing invertido en la película fue enorme y como era de esperar consiguió el efecto deseado. Pero un parte de esta promoción en los grandes cines consistía en la existencia de una cajita con la popular muñeca a modo de photocall. "La distribuidora no nos dio la caja, ya que somos un cine pequeño, así que decidimos crearlo nosotros”, cuentan visiblemente emocionados. "Rodeamos todo de globos rosas y los pósters de Barbie y todo el mundo se hacía fotos con el photocall casero improvisado", recalcan, en otra muestra más de que ilusión y esfuerzo no falta en este proyecto.
Crisis en el sector
La supervivencia de las salas pequeñas continúa siendo todo un reto, que muchas veces los propios emprendedores tienen que mantener de su propio bolsillo. El Cine de Villablino no es una excepción, aunque ambos destacan que al tratarse de un negocio privado no tienen por qué recibir ninguna tipo de ayuda: "nos gustaría no necesitar ninguna subvención, ya que significaría que la gente viene al cine, es lo que todos queremos", si es cierto que sí "ayudarían a tirar para adelante en los meses más flojos", como invierno cuando el gasto en calefacción es alto, "las temperaturas son muy bajas y los techos son altos, cuesta mantener la temperatura de la sala y la gente está quieta y sentada, tienes que tener una buena temperatura", aseguran.
La pareja hace un llamamiento a nivel nacional, no solo en Villablino, "pedimos que el Ministerio se preocupe de cuidar las salas de cine, que una plataforma no estrene la película a la semana de estar en los cines". Y destacan el reciente caso de la película de Bayona, 'La sociedad de la nieve', en la que en tan solo quince días estaba disponible en una plataforma de streaming. "¿Quién va venir a ver si es así? La gente que no es cinéfila se espera y la ve en casa es un problema muy gordo, el mayor problema a nivel nacional", explican preocupados y aseguran que en Francia y Reino Unido ciudan "su cine" de otra manera.
El futuro del Cine
La ilusión y la creatividad de Shere y Javi mantiene la llama del cine encendida en Villablino por el momento, pero el futuro se presenta incierto cuando les preguntamos qué sucederá si la situación se mantiene como hasta ahora. "He pensado que tiene fecha de caducidad, aquí no tienes vida, es todos los fines de semana, no hemos cerrado nunca", explica Shere.
Pese a todo, la emprendedora se mantiene positiva acerca del futuro de la sala, "el Valle tiene mucho potencial y puede subir para arriba mucho".
"Para que esta situación remontase tendría que asistir gente al cine y que cambien las costumbres, igual que cambiaron los hábitos con la pandemia pueden volver a cambiar otra vez", constata la propietaria. Asimismo, recalca que desde el punto de vista social "nos cansamos pronto de todas las cosas y vamos como por ciclos" y apunta a que concretamente en este ciclo la tendencia actual es "casa - plataforma de streaming, llegará un momento en que se agotará y vuelvan a retomar el cine, esperemos estar aquí el mayor tiempo posible", sentencia.
Por el momento, todo el que quiera revivir el esplendor de estos cines que mantienen vivo el Valle, puede acudir a la sala de los Cines de Villablino los viernes, sábados, domingos y lunes, por el económico precio de 6 euros, e incluso si tienen suerte de disfrutar de alguna conversación o debate de cine acompañado de Shere y Javi, e incluso de sus ya fieles espectadores.
