Ángel Manuel Santos (en primer término), en la asamblea de trabajadoresEl sindicato tacha de “ridículo e irrisorio” el incremento salarial pactado entre la patronal y UGT, que ostenta la mayoría en la representación laboral. El brexit y los efectos en uno de los principales mercados, el británico, son una mera escusa, para Comisiones.
El sindicato Comisiones Obreras ha trasladado este martes su negativa a respaldar el principio de acuerdo alcanzado por la patronal y la Unión General de Trabajadores en las negociaciones del nuevo convenio colectivo del sector de la pizarra. CC.OO califica de “ridículo e irrisorio” el incremento salarial pactado de un 0,25% para los dos primeros años de vigencia (2016 y 2017) y de un 50% para el tercero (2018) y sin cláusula de revisión, a la vez que aboga por la firma de un documento de transición a la espera de resolver las incertidumbres planteadas por el proceso de venta del gigante Cupa y por la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El sindicato habla de una "agresión brutal" a los trabajadores, de los que espera una respuesta "contundente".
UGT tiene la mayoría en el sector (un 70% de representación por el 30% de CC.OO), por lo que su firma sería suficiente para la firma de un nuevo convenio junto a la de los empresarios. Pero Comisiones está todavía dispuesto a intentar una vuelta atrás. “Queremos que los trabajadores conozcan la situación de primera mano con el objetivo de volver a la mesa de negociación”, explicó el secretario provincial de Industria de CC.OO, Ángel Manuel Santos.
Comisiones llegó a plantear en la última reunión negociadora un incremento de 0,50% para todos los conceptos salariales y con cláusula de revisión sólo para 2016 con la idea de firmar un convenio de transición antes las incertidumbres que asolan al sector ya desde el Brexit, que el sindicato reduce “a una justificación más” para no abrir la mano en el incremento salarial, y a las que se ha añadido la operación de venta de Cupa. “Si no cambian las cosas, el resultado será una nueva agresión a los trabajadores, que ya vienen sufriendo durante los últimos años. Hay que gritar un basta ya”, concluye Santos, que tilda a la patronal de “intransigente” y considera "totalmente inaceptable" la postura de UGT.
No son las condiciones salariales el único pero que pone Comisiones en la mesa de negociación. El sindicato también pide una mayor atención al cuidado y revisión de enfermedades profesionales como la silicosis, así como un trato especial a colectivos como el de las embaladoras.
