El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, pidió este lunes, tanto a la plantilla como a la dirección de Aceros Roldán, que muestren su “voluntad real de negociar” para terminar con la huelga que desde hace seis días mantiene paralizada la producción de la acerera, una de las fábricas más importantes del municipio. Ante los trabajadores concentrados a la entrada de las instalaciones, el regidor reclamó flexibilidad “a ambas partes” y transmitió su “solidaridad, apoyo y cercanía” a los empleados ante la “situación compleja” que afrontan. “Salud y suerte”, les deseó al término de su intervención.
En ese sentido, Ramón destacó que la “postura casi unánime” de los trabajadores pone en evidencia un “malestar generalizado” por las diferencias salariales causadas por la prima de producción. La reclamación de la plantilla pide que este concepto de la nómina sea único para todos los empleados de la factoría, situada en la localidad de Santo Tomás de las Ollas. “Los conflictos sociales se solucionan negociando y al final los acuerdos suelen estar en el término medio”, explicó el regidor.
Después de que el pasado viernes la plantilla rechazase la oferta de la dirección para reabrir las negociaciones si se suspendía la huelga, el alcalde criticó la “cerrazón” que suponen estos intentos de evitar que la parte social ejercite su derecho. El alcalde reclamó “altura de miras” a la dirección y señaló que “a lo mejor no es bueno poner condiciones para sentarse a negociar”.
Por su parte, el presidente del comité de empresa, Miguel Ángel Arias, aseguró que los representantes sindicales continúan a la espera de recibir noticias por parte de la dirección, tras el rechazo de la plantilla a la propuesta de retomar las negociaciones a cambio de suspender la huelga. “Seguimos sin novedades, pero no tenemos la puerta cerrada a nada”, apuntó Arias, que confió en que la empresa sea la siguiente en moverse. “Nuestra idea es negociar, como ha dicho el alcalde”, reconoció.
En ese sentido, admitió que el paso de los días en esta situación supone un problema para algunos trabajadores de la factoría. “A medida que vaya pasando el tiempo, la gente irá cayendo, pero no nos queda otra que aguantar, mantenerse y ser fuertes”, explicó Arias.
Actos vandálicos
Durante su parlamento, micrófono en mano, ante los trabajadores apostados a la entrada de la factoría, el alcalde también criticó la actuación de “personas ajenas al comité de empresa que aprovechan el conflicto para cometer actos vandálicos”. Al respecto, Ramón señaló que este tipo de actos “perjudican al colectivo”.
Fotos: César Sánchez / ICAL
