Explican desde el Ayuntamiento que los hechos se remontan al 13 de enero, cuando el coche de Carballo estaba "indebidamente estacionado en una zona peatonal", lo que fue denunciado a las autoridades. Por ello, la Policía de Ponferrada procedió a la comprobación de datos pertinentes y advirtió que el coche no había pasado la ITV, "tal y como consta fehacientemente en la denuncia y en la base de datos de la Dirección General de Tráfico". Así las cosas, desde el Gobierno de la capital berciana afirman tajantemente que "el señor Carballo no puede pretender un tratamiento de favor frente al resto de la ciudadanía, únicamente por el hecho de ser concejal de nuestro Consistorio".
El origen de las tiranteces nace en la nueva tasa de agua y recogida de basuras aprobada por el ejecutivo de Ponferrada, hecho contra el que Tarsicio ha iniciado una cruzada particularmente intensa. El líder del Partido Regionalista del Bierzo convocó una manifestación de protesta en la que también recogió firmas contra la medida, un total de 1.200 que entregó el pasado martes en el Ayuntamiento como alegación. En medio de la polémica, el bercianista ha acusado en varias ocasiones al equipo de Gobierno de "presiones y amenazas", e incluso de "persecución".
En esta línea, reiteran desde la alcaldía que "el señor Carballo no puede hacer esas imputaciones tan graves ni al Equipo de Gobierno ni a ningún funcionario y, no puede intentar tapar con ellas su propia frustración por el manifiesto fracaso de la manifestación organizada por él y su partido hace unos días y que no fue secundada por la ciudadanía, una ciudadanía responsable, que comprende el enorme esfuerzo y desgaste de este Equipo de Gobierno para poner orden en el desbarajuste municipal".
En conclusión, piden al portavoz del PRB que "haga política honesta y que lleve sus propuestas e iniciativas a los plenos y a las comisiones municipales, que son los órganos donde de verdad están representados las ponferradinas y a los ponferradinos, y que no recurra al insulto gratuito" concluyen.