El ‘Castillín’ volverá a coronar la primera fuente ornamental de Ponferrada en el Plantío

El surtidor data de mediados del siglo XIX y fue encargada por el entonces alcalde, Isidro Rueda

21 de Mayo de 2016
Actualizado: 23 de Mayo de 2016 a las 13:05
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Fuente Plantío 460
Fuente Plantío 460
El que fuera el primer surtidor ornamental de agua potable de Ponferrada, la conocida como Fuente del Plantío, recuperará este lunes su emblemático ‘Castillín’, el elemento decorativo que corona su estructura desde que desapareció el cisne que originalmente lucía en la parte alta. Tras una complicada restauración por parte de la Brigada de Obras de la ciudad, la fuente, con casi dos siglos de historia en la capital berciana, conocerá el lunes su nuevo emplazamiento en el parque, en una zona cercana al kiosko de música.

La Fuente del Plantío se construyó a mediados del siglo XIX, durante el mandato del alcalde Isidro Rueda (1821-1903) para abastecimiento de aquella Ponferrada, entonces tan necesitada de agua potable. Según las crónicas de la época, la fuente cumplía los deseos "que con más ansia reclamaba el pueblo" a la vez que cumplía uno de los sueños de progreso de Rueda por "traer el agua a la población". “Ninguna obra entrañaba para mí la importancia y constante preocupación que el abastecimiento de aguas potables para consumo y servicio de la villa”, narraba el que fuera alcalde durante cinco mandatos y constructor de la Presa de La Martina. Rueda fue comisionado del Ayuntamiento de Ponferrada desde1859 para la conservación de aquella fuente recién construida.

Como recoge el historiador Vicente Fernández Vázquez en ‘Isidro Rueda, Las Vidas del Centenario’ (Fundación Conde de Lemos, 2008), “desde 1859 y hasta 1866, el agua llegaba hasta esta fuente desde un manantial en Campiello, pago de Santo Tomás de las Ollas, por medio de un canal de 8.776 pies de largo por 6 cuartas de ancho y entre 4 y 12 de profundidad, dependiendo de las características del suelo”.

El fracaso del proyecto

Pese al esfuerzo y a los beneficios que reportaba, el proyecto de Rueda terminó en un fracaso. "Ante la indolencia y codicia de algunos en reconocer la facilidad con que podía sustraerse el agua y las ventajas que se resultaban de utilizarla en beneficio propio”, explicaba Rueda. Lo cierto es que la fuente dejó de tener agua a causa de las pérdidas de agua en el trayecto de Santo Tomás y del agotamiento de algunos manantiales.

Una segunda juventud

A principios del siglo XX la fuente sirvió como telón de fondo para el magnífico fotógrafo ponferradino Arturo González Nieto, a través de cuyas instantáneas conocemos el estado de la fuente entonces, con su taza o pilón circular y el elemento central para el caño rematado por una escultura de un cisne labrado en piedra. Testigo de poses para fotos románticas en blanco y negro, descanso en los paseos por el recreo del parque y pretil para juegos infantiles de equilibrista, la fuente sin agua quedó relegada al olvido por las sucesivas reformas y ordenaciones del Plantío.

La época del ‘Castillín’

Perdida la figura del cisne que coronaba la fuente, posteriormente se colocó un pequeño castillo, un elemento decorativo, al parecer, procedente de una carroza de las fiestas de La Encina. Un ‘Castillín’ que, muy probablemente fue para tantos niños y mayores el reflejo idealizado de la fortaleza templaria de Ponferrada.

La decoración de la fuente fue destruida por la acción de actos vandálicos, pero un vecino de la zona alta de Ponferrada rescató dos de las tres Torres que poseía el ‘Castillín’. Los responsables de la Brigada de Obras estudiaron la reconstrucción de la pieza que, tras una complicada labor de restauración, volverá a lucir a partir del lunes en el Parque del Plantío.