Con el anuncio del cierre previsto para 2020 por parte de Enel si no cambia radicalmente la política energética de España, el futuro de Compostilla II se oscurece todavía más con la decisión empresarial de someterse a una nueva regulación de la Unión Europea que supone un endurecimiento de las restricciones de emisiones para rebajar los valores máximos permitidos de dióxido de azufre o de óxido de nitrógeno, según publica este jueves Diario de León.
Endesa pretende acogerse a los denominados documentos Bref (Best Available Technology Reference), más estrictors que las DEI (Directiva de Emisiones Industriales). Se trata de un nuevo marco regulador aprobado en el seno de la Comisión Europea el pasado 28 de abril y que será de aplicación obligada en un máximo de cuatro años desde su publicación en el Diario Oficial de la UE, algo que podría producirse pasado el verano.
Según el rotativo leonés, la aplicación de esa medida incrementaría el coste de las inversiones medioambientales con el objetivo de cumplir valores máximos que bajarían con respecto a las DEI en un 35% en el caso del dióxido de azufre y del 25% en el de óxido de nitrógeno.