El informe ambiental no prevé “adversidades significativas” en la demolición del grupo 2 de Compostilla pero recomienda medidas preventivas para no afectar al agua potable

El grupo 2 dejó de operar formalmente en enero de 2016, después de cumplir su vida útil, y ahora debe desmontarse. Esta unidad tenía una potencia de 148 megawatios, y es el más antiguo y el más pequeño en cuanto a capacidad de los cuatro que conforman actualmente la central.

12 de Julio de 2017
Actualizado: 13 de Julio de 2017 a las 20:24
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El grupo 2 dejó de operar formalmente en enero de 2016, después de cumplir su vida útil, y ahora debe desmontarse. Esta unidad tenía una potencia de 148 megawatios, y es el más antiguo y el más pequeño en cuanto a capacidad de los cuatro que conforman actualmente la central.

El informe de impacto ambiental del proyecto de desmantelamiento y demolición del grupo 2 de la central térmica de Compostilla, en Cubillos del Sil (León) no prevé que la intervención vaya a producir “adversidades significativas”. Así lo recoge la resolución del Ministerio de Agricultura y Pesca y Alimentación y Medio Ambiente, tras recibir las recomendaciones y consultas de los diferentes organismos preguntados al respecto.

No obstante, la empresa deberá acometer ciertas obligaciones para la obra. En primer lugar, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil aconseja tomar medidas preventivas y correctoras con el fin de evitar afecciones a las captaciones de agua potable existentes, así como el arrastre de sedimentos y lixiviados hacia los cauces, y evitar la incorporación de fugas o derrames a la red de aguas pluviales o al dominio público hidráulico. Más si cabe dada su cercanía al embalse de Bárcena, donde ocupa una parcela de 332,9 hectáreas.

También indica que ha de evitarse la acumulación de tierras, escombros u otro tipo de materiales en los cursos fluviales, sus zonas de servidumbre y ecosistemas riparios asociados, así como en las zonas de flujo preferente y la zona inundable dentro de la zona de policía para no interferir en la red de drenaje natural del terreno. Las aguas de escorrentía deberán ser depuradas y será necesario disponer de un sistema de drenaje exterior, independientemente de las interiores.

Por su parte, la Oficina Española de Cambio Climático concluyó que, desde la perspectiva de la adaptación y mitigación al cambio climático, el proyecto debería analizar el uso y reciclado de los materiales de demolición para evitar “inmisiones en la extracción de materias primas”.

La Subdirección General de Residuos también informó de que, en caso de que se tengan que extraer tierras, “deberán ser analizadas con el objeto de determinar si están contaminadas” y que no se podrá enviar material a vertedero que no haya sido previamente sometido a alguna operación de tratamiento.

La Unidad de Producción Térmica de Compostilla se encuentra al oeste del embalse de Bárcena, en Cubillos del Sil. Bárcena se sitúa sobre el cauce del río Sil y fue construido principalmente para refrigeración de la térmica, la cual además ejerce influencia sobre el arroyo de Barredos, que recibe las aguas residuales procedentes de la estación depuradora de la Unidad y sobre el río Cúa, en el cual desemboca el río Barredos.

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil señaló que la zona de actuación está fuera de la zona de policía de cauces. Respecto a los acuíferos, la vulnerabilidad de los presentes en la zona ha sido clasificada como “muy baja” en el plan Hidrológico de la demarcación hidrográfica.