El jurado de la Audiencia Provincial de León ha absuelto a D.R.G., el acusado por un delito de incendio forestal al ser considerado el supuesto autor del fuego que en la noche del 27 de agosto de 2012 arrasó el monte Pajariel de Ponferrada. El jurado ha considerado al acusado 'no culpable' por unanimidad y ha argumentado su decisión en "falta de pruebas".
Ante este veredicto, el magistrado presidente ha decidido dictar sentencia durante la misma sesión y ha declarado al procesado absuelto. La sentencia será argumentada en los próximos días. Así, el acusado no será condenado por el incendio del monte Pajariel que calcinó casi un centenar de hectáreas de bosque y matorrales públicos y también terrenos particulares. La virulencia de las llamas de este fuego llegó también a escasos 300 metros de las viviendas e hizo peligrar a sus vecinos.
El jurado popular ha dicho que no hay pruebas que determinen que fue el procesado quien inició esas llamas y tampoco las hay de que utilizara un 'walkie talkie' para interceptar los avisos que recibían los servicios de extinción de incendios. Además, ha tenido en cuenta que en el momento que fue registrado no portaba ningún elemento incriminatorio y que no se ha podido probar que los mecheros que guardaba en su coche fueran para provocar fuegos.
Los miembros del jurado popular también han considerado en su veredicto que este suceso no se investigó lo suficiente y que el registro del vehículo del acusado no se realizó en el primer momento de su toma de declaración, sino mucho después. Del mismo modo han censurado que no se investigara a otros posibles sospechosos de provocar el fuego.
El jurado sí ha considerado como hechos probados que el acusado estuvo contemplando las llamas que quemaban el Pajariel desde diversos puntos y que obtuvo fotografías del fuego. En su declaración ante el juez, el procesado reconoció que se encontraba allí, pero que la causa era que le llamaba la atención la "espectacularidad" de las llamas. Además, también justificó haber alertado de hasta 13 incendios forestales porque dijo era "su deber como ciudadano".
También en su alegato final este joven de 25 años, 22 en el momento de los hechos, reiteró ante el jurado popular que le ha absuelto su inocencia. Dijo que estaba allí por casualidad, pero no con la intención de prender el monte.
La Fiscalía solicitaba para él tres años de prisión y, además, el pago de una fianza de 625.000 euros correspondientes a los gastos que supusieron las tareas de extinción de las llamas. Su defensa pedía su libre absolución.