Si bien ya lo avanzó el pasado lunes, la Junta de Castilla y León ha oficializado este martes la orden de cierre de centros comerciales, centros deportivos y el interior de la hostelería en todas las provincias a partir de este miércoles. Se trata de un cierre precipitado si tenemos en cuenta que los anteriores anuncios de restricciones acostumbraban a dejar un mayor margen de tiempo en la Comunidad para que tanto negocios como clientes pudieran adaptarse a las circunstancias.
En el caso de la hostelería, son muchos los que critican la pérdida de reservas ya agendadas, así como el desperdicio de alimentos que no pueden aprovecharse ni manteniendo el servicio para llevar ni haciendo uso del congelador. En el caso de los centros comerciales, el daño colateral han sido las aglomeraciones de gente este martes para apurar las compras y gestiones que no pueden posponerse dada la inmediatez del cierre.
Y es que el reloj pone el límite para las devoluciones o cambios de los regalos de Navidad; compras, cambios y devoluciones de rebajas; y recogida de paquetes online con las tiendas físicas como punto de entrega. En un principio, el cierre se ha decretado para 15 días, pero la posibilidad de prórroga se hace evidente dadas las circunstancias de la pandemia, lo que abocaría en muchos casos a perder la oportunidad de devolver artículos concretos. Si bien dadas las circunstancias de la pandemia algunas firmas han ampliado sus plazos de devoluciones, siguen teniendo un límite de tiempo inapelable.
Es el caso de muchas de las tiendas del Centro Comercial El Rosal en Ponferrada, donde durante toda la jornada de este martes ha habido una notable afluencia de clientes que superaba incluso los primeros días de rebajas y los días 'punteros' de compras navideñas. Colas en el exterior de muchos locales para acceder al mismo respetando los aforos, han hecho que algunos ponferradinos guardasen fila hasta casi una hora en la cola para entrar en la tienda -según cuentan algunos de ellos a las puertas de algunas reconocidas tiendas de moda-, con tiempos también desorbitados en las solicitadas cajas.
En el caso de la recogida de paquetes con entrega en tiendas físicas, la inmediatez del cierre ha pillado a los servicios de atención al cliente sin un protocolo establecido, si bien se barajan las opciones de mantener la entrega en los locales aunque estén técnicamente cerrados, o bien redirigir a través de las compañías de mensajería todos los paquetes a una ubicación alternativa.
Por su parte, el gimnasio ubicado en el interior del Centro Comercial también ha sido testigo de un notable incremento de asistentes que deseaban "despedirse" del centro deportivo hasta que puedan reabrir sus puertas.