Este martes, el PP votaba en contra de una iniciativa socialista en la Comisión de Hacienda que pretendía “limitar la libre designación a los puestos superiores a jefes de servicio” en la Junta de Castilla y León.
El procurador socialista, Francisco Ramos Antón, destacó que la propuesta del PSOE “pretende que los puestos de control interno, como la intervención o la inspección de servicios queden expresamente excluidos del procedimiento de libre designación, al que sí podrían acogerse las secretarías de los consejeros. Esta medida afectaría de igual manera a los Ayuntamientos de la Comunidad”.
Con este planteamiento que no salió adelante, Ramos pretendía acabar como criterio preponderante, “la afinidad y la lealtad personal y política como criterio de selección dan lugar a una administración clientelar y partidaria, ineficiente en la gestión de los fondos públicos.”
El PSOE propone “que la carrera profesional pueda desarrollarse con naturalidad y criterios de igualdad mérito y capacidad, al menos hasta el nivel 28 de los 30 que existen en la administración, quedando los niveles 29 y 30 para cargos políticos, que deben ser considerados como tales y no como técnicos que encubren una en realidad una función política”.
Asimismo afirmó que “el abuso de la libre designación limita significativamente y desincentiva la formación y la carrera profesional de los empleados públicos, que ven que la única manera de ascender en la Junta es a través de la subordinación y el peloteo al político de turno o de la alineación con una determinada familia política del PP”.
Según la estimación del PSOE, "cada día laborable se produce una nueva contratación a dedo en la administración autonómica".