El incendio que el pasado verano se cobró 2.665 hectáreas en montes de los municipios de Peranzanes, Páramo del Sil y Fabero ha dejado otro problema de grandes dimensiones en este último. Las lluvias caídas la pasada semana se han notado en los grifos de los domicilios de gran parte del municipio, por los que sale en estos días agua turbia. El Ayuntamiento ya ha habilitado una solución de emergencia a través de camiones cisterna, al tiempo que busca una captación alternativa al menos durante estos próximos otoño e invierno.
El problema se localiza en la captación ubicada en los montes de Fresnedelo, uno de los puntos más afectados por el incendio del pasado mes de septiembre. El depósito suministra de agua a todos los pueblos del municipio de Fabero a excepción de Fontoria y San Pedro de Paradela, según explica la alcaldesa, Mari Paz Martínez, que plantea a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) la apertura de una fuente alternativa durante unos meses. La alcaldesa destaca la "buena disposición" mostrada por representantes del organismo de cuenca para buscar una salida al problema durante una reunión celebrada en la mañana de este viernes.
Consciente de los problemas en el suministro de agua que se iban a derivar de un incendio de tales dimensiones, el Ayuntamiento prohibió ya en un primer momento el consumo de agua, que reanudó cuando las condiciones lo permitieron. Paralelamente, la regidora ordenó la realización de un cerco en el perímetro de la captación y hasta sondeó con Medio Ambiente la posibilidad de sembrar el entorno.
Una vez que la lluvia ha dado una tregua este viernes, el agua salía "más clara" en los domicilios de Fabero. "Pero el lunes va a volver a llover y se reproducirá el problema", admite la regidora.
Los problemas en el suministro de agua son una de las consecuencias del incendio / César Sánchez/ICAL