Herrera en su despedida como presidente de la Junta: “He sido extraordinariamente feliz”

“He sido extraordinariamente feliz”. Juan Vicente Herrera aprovechó su último acto institucional como presidente en funciones de la Junta -el debate de investidura de quien será su sucesor- para traslucir la profunda emoción con la que vive sus últimos días al frente del Ejecutivo autonómico. El burgalés, que rechazó mirar atrás en su gestión y hacer un balance de sus 18 años y 4 meses al frente del Gobierno autonómico, no tuvo empacho en hablar con el corazón, confesarse “profundamente emocionado” y “con mucha serenidad” por los días que está viviendo, más incluso de cuando accedió a la Presidencia.

“Cuando uno llega no tiene ni tiempo de preguntarse cómo ha llegado”, rememoró ante los periodistas para recordar “el momento peculiar” en el que accedió con cierta sorpresa a la Jefatura del Ejecutivo desde la Portavocía del Grupo Parlamentario del PP cuando su antecesor fue nombrado ministro. “Estoy convencido que este pulso, esa tensión y ese corazón desbocado es el que animará hoy la intervención de Alfonso Fernández Mañueco.

“Lo mejor está por llegar, lo mejor empieza hoy”. Es el mantra, la frase en el frontispicio de este relevo que repite Herrera y que sustituye a cualquier análisis de su legado. Aquí también asegura tener un sentimiento claro: “íntima satisfacción personal” por dar el relevo a una persona con la que se siente “estrechamente vinculado”, que se incorporó a su Gobierno desde el primer día y a quien deseó “suerte y acierto” porque de su suerte y acierto “dependerá el futuro de los castellanos y leoneses en los próximos cuatro años”.

Parlamentario inapelable, el todavía presidente tampoco deja que los sentimientos le impidan valorar la importancia del momento, el debate de investidura, “la manifestación de la democracia representativa en la que la Cámara toma las decisiones que marcan lo importante, un programa y un gobierno”. En este sentido, puso en valor conceptos como la búsqueda de la estabilidad y la gobernabilidad, que requieren un esfuerzo de diálogo y de acuerdo con un objetivo “hablar del futuro” de los castellanos y leoneses. Por ello, se felicitó por el acuerdo entre el PP y Ciudadano y apuntó que “es bueno para Castilla y León que la Legislatura comience a andar porque los problemas y los retos no esperan y la sociedad no puede esperar el santo advenimiento para que la gente se ponga a trabajar”. Herrera dijo asistir a este debate “con respeto y con la esperanzas necesarios para un acto importantísimo”.

El último sentimiento que en estas horas materializa Juan Vicente Herrera es el de gratitud: “profundo agradecimiento” a los castellanos y leoneses con concederle el privilegio de haber sido presidente y que extiende tanto a los que le apoyaron como a quienes le “combatieron” porque “siempre se ha querido gobernar y pensar en todos”; a los grupos parlamentarios, los que le dieron soporte y los que se lo negaron y, por último, a los medios de comunicación, con quien ha mantenido una relación no siempre fácil, “pero siempre cariñosa y desde el respeto” que él reconoce. “Gracias por haber aguantado mucho tiempo las características propias de un presidente que para algunos era muy especial desde el punto de vista de la comunicación y que para otros provenía de una persona rarita en esto de comunicar”.

En definitiva, “y sin querer quitar un ápice de protagonismo” al candidato a la Presidencia, Herrera dijo hoy en las Cortes a una vida política que inició allí en los años 90 y con la que se siente especialmente vinculado. ¿Qué va a hacer el lunes”, le preguntaron los periodistas. “Curarme la otitis... en el oído izquierdo; sería complicado que fuera en el derecho y no les digo a ustedes nada en el centro, aunque les habla una persona de centro”. Irónico hasta el último día.