El Bierzo, como León y la Comunidad, despiden un verano más tranquilo en lo que a incendios se refiere. Los incendios así como las hectáreas calcinadas en lo que va de año, y en especial en la recién terminada campaña de verano, han descendido drásticamente en comparación al año pasado, que fue especialmente crudo.
El Bierzo ha visto afectadas 184 hectáreas en 70 incendios desde que comenzase el año. Es reseñable que el número de incendios durante la temporada y la baja, apenas difieren. Según datos a los que ha tenido acceso InfoBierzo, la base berciana de Cueto envió su helicóptero y cuadrilla helitransportada 31 veces en temporada baja.
Es cierto que no siempre que hay un incendio es necesario movilizar a uno de los efectivos más potentes, el helicóptero, en el caso de L-1, el de Cueto, auxilió en 42 fuegos.
La provincia de León también registró una cifras por debajo de lo habitual con 290 incendios y 2.002 hectáreas calcinadas sobre las 5.254 de hace un año, menos de la mitad. Cueto acudió a 67 incendios en El Bierzo, la provincia leonesa y Galicia, en total, en los fuegos que estuvo presente la base, se perdieron 959 hectáreas.
Recordemos que el verano pasado fue especialmente duro para la provincia con 5.254 hectáreas calcinadas, 1.137 de ellas de arbolado. El incendio más grande ocurrió en Montes de Valdueza, en el municipio de Ponferrada, con 1.400 hectáreas de terreno quemado, casi la mitad de árboles. También el de Boca de Huérgano, en las cercanías del embalse de Riaño, acabó con 1.154 hectáreas, más de un 90% de monte bajo.
Por su parte, la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León (Atifcyl) denunciaba esta misma semana que el operativo desplegado por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio “presenta serias deficiencias generalizadas en sus distintas provincias”, a lo que añadían la “falta de contratación de personal para cubrir todos los medios”.
Entre las deficiencias, destacaban la “falta de equipos de protección individual, la inadaptación de estos a la persona usuaria y al desempeño de las funciones y su mal uso y mantenimiento”. En ese sentido, apuntan que siete de las nueve provincias alegan carecer de EPIs y de instrucciones para su correcta utilización.