Seguramente los más jóvenes solo conozcan a Internet Explorer por su fama de lentitud e ineficiencia para la indagación de información, pero a finales de los años 90 e inicio de los 2000 llegó a controlar el monopolio virtual. Fue lanzado como parte del sistema operativo Windows 95 y alcanzó el éxito de manera instantánea. Aunque para el año 2006 en que salió la versión 7, una gran masa de clientes había emigrado hacia motores de búsqueda más eficientes como Chrome (de Google), Safari (de IOs) y Firefox.
El pasado 20 de mayo la compañía informaba a través de una publicación en su blog que dejará de darle soporte técnico a partir de 15 de junio de 2022, de este modo, Microsoft jubila de forma definitiva al que fue su navegador de Internet por defecto desde 1995 y que ha permanecido en activo durante más de 25 años.
Microsoft ha explicado que su nuevo navegador Edge no solo es más rápido, seguro y moderno que Internet Explorer, sino que garantiza la "compatibilidad con sitios web y aplicaciones antiguos y heredados" de otros programas, incluida la versión previa de Edge no basada en Chromium.
"El futuro de Internet Explorer en Windows 10 es Microsoft Edge", afirma la compañía y anima a no esperar hasta 2022 para hacer la transición a este nuevo navegador.