Desde que nació, Isabel Diez Guerra ha estado detrás de una barra de bar. La hostelería corre por sus venas desde antes de venir a este mundo, su familia regentó el antiguo bar del Parque del Plantío, y ahora ella está al frente del punto de encuentro de los universitarios de Ponferrada: 'El Bar de Isa'.
Ubicado en plena Avenida de Astorga, lleva 5 años acompañando, apoyando y respondiendo a las necesidades de los jóvenes estudiantes del Campus de Ponferrada, un lugar que va más allá de un bar al uso, y así lo confirman los propios futuros graduados -o ya con el bonete y banda puesto- en cada momento que pueden. Desde que llegan por primera vez al Bierzo, o desde que pisan el primer día la Universidad, Isa es esa 'profesora' de la vida que les escucha, les anima y les ofrece una de las mejores tortillas según los propios futuros ingenieros, enfermeros, podólogos y fisioterapeutas. "Siempre digo que tengo el mejor bar del mundo", afirma.
Sin embargo, Isa también los ve volar una vez terminado el Grado, algo que ella "lleva fatal, lloro muchísimo". Pero esta sensación de tristeza por lo vivido no solo la sufre la propia hostelera, sino que también los universitarios cuentan con lágrimas cuando sus días en Ponferrada -para algunos- han terminado y toca volver a hacer las maletas para seguir caminando por la vida profesional. Isa ha sido incluso motivo de peso en discursos de graduación, ha recibido flores de sus clientes estudiantes, como también ha sido agradecida por los padres de estos cuando su etapa académica en el Campus de Ponferrada termina. Sin embargo, los inicios tampoco son fáciles fuera de casa, y ella ahí ha estado para los que lo han necesitado "al principio los ves muy tímidos, los primeros meses para ellos son difíciles, yo los escucho, los animo, y les digo siempre que en Ponferrada se vive bien, y que pronto tendrán su grupo de amigos", sostiene Isabel Diez Guerra, a la vez que celebra que Ponferrada "tenga un Campus universitario".
Pocos estudiantes se van de Ponferrada sin despedirse de Isa. "Se despiden siempre de mi, me regalan flores y muchos de ellos vuelven al tiempo de terminar, me emociona muchísimo volverles a ver. Aunque siempre les digo lo mismo, que la vida son etapas, que las aprovechen, todas tienen sus cosas buenas", pero los amigos de la Universidad cuesta olvidarles, por lo que las reuniones anuales siguen siendo el punto de reencuentro, y muchas de las veces, el Bar de Isa está por el medio. Un vínculo fuerte, que acompaña a los estudiantes de la ULE en Ponferrada durante los años posteriores.
Tanto es así, que varios de estos recién graduados, concretamente del Grado de Enfermería, han querido aprovechar la situación para mandarle algún que otro mensaje a Isa, como también valorar lo que han vivido en la Avenida de Astorga, número 10. Por un lado, Salomé Boya, recién 'bautizada' como enfermera, sostiene que "para mi Isa ha formado parte de estos 4 años de universidad, ya no solo cuando no había clase, sino porque ella siempre nos ha amenizado las mañanas, las tardes, las noches... Es única y no hay otra como ella", por otro lado, Enol Fueyo, otro recién egresado del Grado en Enfermería, apunta que "el Bar de Isa es ese sitio donde muchos de nosotros pasamos la mayor parte del tiempo durante estos 4 años de carrera, desde un lunes por la mañana hasta un viernes por la noche. Isa es sin duda mi segunda madre en Ponferrada y la que siempre estaba ahí para aconsejarme y sobre todo escuchar mis problemas. Nunca me voy a olvidar de ti, Isa", como también otro ya enfermero, Juan Pablo Muñoz "es un punto clave para el entorno universitario de Ponferrada. Es un lugar de emociones intensas, allí vivimos los aprobados y suspensos. Isa para mi es la matriarca de la familia universitaria, nos ayuda en todo lo puede. Es una más para nosotros, nos acompaña y nos escucha. Isa te queremos".
Y estas son las cosas que también se llevan en la mochila de la vida por siempre, porque cuando toca salir de la zona de confort y encuentras un apoyo sin pedirlo, se graba a fuego en la memoria. Ahora llega el verano y con él la 'temporada baja' para Isa, que también se merece unas vacaciones y descanso, cerrando 15 días en agosto para regresar con las pilas cargadas en septiembre y seguir abranzando la juventud universitaria. Sin embargo, muchas caras cambiarán con el septiembre que siempre llega, pero eso nunca será un problema, porque uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida.