La alcaldesa de Ponferrada denuncia "actos de sabotaje" de huelguistas de basuras y manifiesta su "decepción" por la asamblea que negó el acuerdo alcanzado horas antes

Gloria Merayo no ocultó su "sorpresa" por la decisión unánime de la asamblea de trabajadores del servicio para seguir adelante con la huelga, cuando "a las once de la noche", todas las partes aceptaron un acuerdo.

23 de Agosto de 2017
Actualizado: 24 de Agosto de 2017 a las 18:52
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Gloria Merayo no ocultó su "sorpresa" por la decisión unánime de la asamblea de trabajadores del servicio para seguir adelante con la huelga, cuando "a las once de la noche", todas las partes aceptaron un acuerdo.

 

La alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, denunció hoy los “actos de sabotaje” protagonizados por varios empleados del servicio de limpieza viaria y recogida de basura de la ciudad en los tres primeros días de huelga que mantienen. La regidora acusó a los trabajadores de llevar a la práctica una “huelga preventiva” y anunció que tres de los empleados han sido denunciados por la vía penal por intentar bloquear con tornillos la apertura de varios contenedores. Además, según denunció Fernández Merayo, “no se está cumpliendo ningún servicio mínimo” en la actual huelga.

Ante esa situación y tras el rechazo esta mañana de la asamblea de trabajadores al acuerdo auspiciado por los responsables municipales, la alcaldesa avanzó que el Ayuntamiento “explorará todas las posibilidades” para acabar con la huelga. “Los vecinos de Ponferrada no se merecen que la situación esté como está”, sentenció Fernández Merayo, que consideró que admitió sentir “decepción y sorpresa” por el rechazo al acuerdo.

Según detalló la regidora, el acuerdo mencionado se alcanzó a última hora del día de ayer en una reunion concluída casi a medianoche. El documento, “respaldado unánimemente por todas las personas presentes, tanto empresa FCC como trabajadores y el Ayuntamiento como mediador”, reclacó la alcaldesa, recogía “el 90 por ciento de las peticiones de los trabajadores”, por lo que los representantes del Ayuntamiento abandonaron el encuentro con una “sensación optimista de trabajo bien hecho”.

"Salimos con una sensación optimista, con sensación de trabajo bien hecho, porque se recogían casi la totalidad de las demandas de los trabajadores, pero para nuestra sorpresa, la asamblea de esta mañana rechazó ese documento".

Tras el rechazo del acuerdo por la asamblea de trabajadores este mediodía, la regidora se preguntó por los motivos que han provocado la negativa de los empleados, así como por el alcance de su rechazo respecto a los puntos contenidos en el documento. En ese sentido, Fernández Merayo recalcó que el acuerdo garantiza el mantenimiento del convenio colectivo vigente, firmado en 2013. “Esos derechos consolidados se mantendrán independientemente de que el servicio se subrogue a otra empresa”, aseguró la regidora, que recordó que el contrato adjudicado a FCC está pendiente de resolverse tras ser anulado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).

En esa línea, la regidora subrayó que el “caballo de batalla” de los empleados tiene que ver con el hecho de que la hipotética nueva empresa que asuma el servicio respete los acuerdos de recuperación salarial que ahora se ponen sobre la mesa. Esta situación, aclaró la alcaldesa, supone un escenario que el Ayuntamiento no puede garantizar. “No sabemos qué dirá el TSJ, por lo que el Ayuntamiento no puede comprometerse en nombre de una empresa futura”, resumió. “No nos pueden pedir que demos ese paso más allá, insistió la alcaldesa.

"No se puede comprometer el Ayuntamiento en nombre de una hipotética empresa futura que no sabemos si será Urbaser o se tendrá que sacar de nuevo a concurso... no se puede incumplir la Ley (...) Lo que sí logramos es que la actual empresa que tiene que seguir prestando el servicio, se compromete a cumplir con los acuerdos de subida salarial y de mejora de condiciones laborales".

 

Respetar las reglas de juego

En cuanto a los pasos a dar de cara al futuro, Fernández Merayo avanzó que los responsables del Consistorio continuarán con su ronda de reuniones tanto con los empleados como con la empresa, aunque recordó que “las ofertas caducan”. “Los empleados pueden encontrarse con que tengan que empezar a negociar desde cero”, advirtió.

En esa línea, subrayó que, en caso de quedar adscritos al convenio provincial, los trabajadores perderían un 20 por ciento de su salario. Al respecto, la regidora recalcó que los empleados de Ponferrada cobran un 30 por ciento más que el resto de empleados de su categoría en el Ayuntamiento y un 20 por ciento más que la media de los trabajadores de los servicios de recogida de basura en Castilla y León.

Por su parte, la concejal de Hacienda, Amparo Vidal, insistió en la necesidad de “respetar las reglas del juego” del proceso de licitación por el que FCC se hizo con la concesión del servicio en 2014. “Si pudiéramos hacer otro pliego de condiciones, ya estaría solucionado”, recalcó, y apeló a los trabajadores para que “piensen en el esfuerzo que se está haciendo para salir de esta situación endiablada”.

En ese sentido, Vidal detalló que el acuerdo auspiciado por el Ayuntamiento obligaba a FCC a poner en marcha una subida salarial del uno por ciento y la recuperación de una paga extra, así como de otros derechos a los que habían renunciado con anterioridad, y que se verían reconocidos “hasta la subrogación”. En caso de que una nueva adjudicataria se hiciera con el servicio, “habría que negociar un nuevo convenio”, admitió.