La berciana que simuló un secuestro y se echó pegamento en la vagina afirma que ideó el montaje presionada por la Guardia Civil y su abogada

La mujer asegura que los hechos denunciados sucedieron más de un año antes de la fecha en la que los situó inicialmente

03 de Febrero de 2020
Actualizado: 04 de Febrero de 2020 a las 13:05
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La Audiencia Provincial de León juzga a una mujer que presuntamente fingió malos tratos y secuestro de su ex pareja, a quien acusó de derramar pegamento en sus partes íntimas (Carlos S. Campillo / ICAL)

La berciana que en 2016 denunció que su expareja la había secuestrado y agredido, llegando a verter pegamento sobre sus partes íntimas, aseguró este lunes en la Audiencia Provincial de León que se inventó ese relato presionada tanto por su anterior abogada, Emi Esteban, como por la Guardia Civil y por el amigo que le habría ayudado a llevar a cabo el montaje. V.G.G. también afirmó ante el tribunal que los hechos que relató en su día, de los que ya se desdijo en sede judicial, sí ocurrieron pero más de un año antes de la fecha en la que ella los situó inicialmente.

Al respecto, la acusada detalló que lo que sucedió ese día fue que ella quería ir a las vías del tren a suicidarse, harta ya de recibir amenazas y de los sucesivos malos tratos y su presunto cómplice, Fernando V.A. se ofreció a llevarla en coche. Tras quedarse sola en Bembibre, sufrió lesiones porque caminaba sin calzado y en la oscuridad y llegó a una farmacia desde donde se le prestó auxilio y se dio aviso a la Guardia Civil antes de ser trasladada a un centro sanitario. “Fue todo una mezcla; Fernando cometió el error de estar toda la tarde hablándome de lo mal que funcionaba la Justicia”, explicó sobre el otro acusado.

Respecto a los hechos denunciados, insistió en que no eran falsos “del todo”, aunque negó que se le hubiera vertido pegamento en la vagina, como se dijo. En ese sentido, responsabilizó a su primera abogada, Emilia Esteban, del relato y ella misma recordó que se trataba de “restos de pegamento” y que no se los tenía sobre sus partes íntimas como manifestó en sede judicial. “Mezclé cosas de ese día con otras. Hubo cosas que pasaron ese día y otras que pasaron antes. Todo fue real”, manifestó y reiteró que tenía miedo a su ex pareja, contra quien presentó varias denuncias.

La acusada, que recibe tratamiento psiquiátrico desde el año 2008, afirmó también que temía tanto por la integridad de su hijo como por la propia y preguntada sobre la pérdida de custodia del mismo, le reprochó a la fiscal del caso haberle prometido “algo que no cumplió”.

Las contradicciones entre el testimonio prestado hoy por la acusada y sus anteriores declaraciones hicieron que la fiscal solicitase el visionado de las mismas durante el proceso de instrucción del caso, para poner de manifiesto el evidente cambio de versión.

También modificó este lunes sus declaraciones iniciales Fernando, que se enfrentó como ella al visionado de las mismas después de desdecirse y asegurar que su papel en el caso se limitó a llevarla desde Fabero, donde reside, hasta Bembibre porque se lo pidió para ir a ver a una persona, cuando anteriormente había dicho que ató las manos a Vanesa antes de dejarla sola en Bembibre.

Si dijo otra cosa, afirmó este lunes, fue “por los nervios o la presión” y preguntado sobre por qué no reaccionó cuando supo que Iván, la expareja de Vanesa, había ingresado en prisión por una supuesta falsa acusación de su amiga respondió que no lo hizo “por miedo. Nunca me había visto metido en una cosa como esta”.

Sobre lo ocurrido la noche en la que sitúa el falso secuestro dijo que a él no le pareció raro que Vanesa hubiese quedado con alguien a altas horas de la noche -el desplazamiento se produjo después de que él terminase de trabajar en el bar que regentaba sobre las dos de la madrugada- y en la localidad en la que vivía su ex pareja porque consideró que tendría allí algún amigo.

A preguntas de la defensa de Vanesa y de su propio letrado, Fernando relató que Vanesa le comentó durante el trayecto que se le había caído pegamento sobre las piernas de forma accidental e insistió en que él no la incitó a preparar ningún montaje y sobre el miedo que ella le demostraba tener acerca de su expareja lo que le recomendó fue que le denunciase.

También negó, en la primera sesión del jucio que se extenderá hasta el miércoles, ser el autor de los mensajes de amenaza que Vanesa recibió desde una cuenta de correo electrónico que la acusación asevera que está vinculada a su dirección IP de Internet. En la sesión de este martes está previsto, entre otras, la declaración del ex novio de la acusada.

Su ex abogada, Emi Esteban, niega la versión de la acusada

La abogada Emi Esteban, quien defendió en primera instancia a la acusada de fingir el secuestro y agresión por parte de su ex pareja en 2016 (V.G.G.), ha negado las declaraciones realizadas por esta en la Audiencia Provincial de León. "Cuando he leído las declaraciones he alucinado", ha sido lo primero que ha asegurado Esteban. 

"Accedí a defenderla en un primer momento porque era la víctima, pero en cuanto fue detenida por falso testimonio anuncié mi renuncia como su abogada porque me había mentido", ha explicado. "Estoy completamente asombrada porque llevo 3 años sin saber nada de ella, desde que fui su abogada, y ahora me menciona falsamente y sin motivo", ha concluido.

Los hechos se remontan a 2016

La Audiencia Provincial de León ha iniciado este lunes el juicio sobre la faberense acusada de fingir haber sido secuestrada y agredida por su ex pareja en el verano de 2016. 



La mujer se enfrenta a 11 años y 8 meses de cárcel; ésa es la pena que pide la Fiscalía por dos delitos de detención ilegal en concurso medial y dos delitos de denuncia falsa. Para F. V. A., su presunto cómplice, la Fiscalía solicita 10 años y 10 meses de presión porque si intervención fue decisiva para que se acusase indebidamente a Rico de secuestro. 

En agosto de 2016, un día antes de que la ex pareja de la acusada (I.R) saliera de prisión por otros motivos, la falsa víctima pidió su permanencia en prisión asegurando que su vida y la de su hijo corrían peligro. Su cómplice creó una cuenta falsa de correo electrónico desde la que mandaba mensajes amenazantes a la joven haciéndose pasar por el denunciado. Más tarde V.G.G. fue grabada por las cámaras de vigilancia de un bazar chino de Fabero cuando compraba el pegamento que argumentó que su expareja le había echado en la vagina, así como las cuerdas, las medias y unas cuchillas que ella describió que también se habían utilizado en el momento de la vejación. Además, las cámaras de control de tráfico tanto en Fabero como en Bembibre desmontaron las acusaciones de secuestro de la mujer.

El Ministerio Fiscal también pide una indemnización para I.R de 18.000 euros que deberán afrontar entre los dos acusados, una cantidad que se eleva hasta los 30.000 euros en el caso de la petición de la acusación particular. Esta indemnización se debe a que I.R, vecino de Bembibre, fue acusado del secuestro y maltrato de una mujer de 36 años, residente en el municipio de Fabero,  y posteriormente detenido e interrogado por la Guardia Civil. Cuando se empezó a sospechar sobre la falsa denuncia de la mujer el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Ponferrada, competente en materia de Violencia de Género, decretó la puesta en libertad de I.R.