“La climatología es muy buena y si no hay tormentas ni nada dañino en estas tormentas, la previsión actual, en cuanto a calidad, es perfecta”, así lo afirmaba Alfonso Arias, presidente de la D.O.
Desde la Cooperativa de Cacabelos, el gerente, Pablo Franco, se muestra muy optimistas puesto que "tras un largo invierno lluvioso, con nieve y frío" a lo que se sumó una primavera con poco sol preveían un retraso en la cosecha "pero las buenas y altas temperaturas de estos últimos días han aflorado los racimos a un ritmo muy acelerado". De hecho, afirmaban estar formándose unos “racimos muy buenos, no muy cerrados pero abiertos y sueltos lo que favorecerá que no haya podredumbre en el futuro”.
Debido a las lluvias abundantes que se han producido a lo largo de este invierno, “el suelo está hidratado y si el calor de estás fechas no se ve amenazado por tormentas ni lluvias que lo estropeen, al haber mucha sanidad parece que la cosecha será importante”, tal y como el gerente de la bodega Tilenus, Pablo Frías, manifestaba.
Del mismo modo, desde la Cooperativa de Camponaraya confirman que sin ninguna enfermedad en las viñas la calidad de la cosecha se estima que goce de “muy buena salud”. Más reservada se mostraba la bodega Ludvina amigo, aunque concluían que de mantenerse esta climatología “hay una buena previsión” en calidad y cantidad.
El envero todos coinciden en que se retrasará al igual que el año pasado. “Si en 2012 se produjo en torno al 26-28 de julio, este año también se retrasará hasta finales de julio”, afirmaba Pablo Frías. No obstante, desde la Cooperativa de Camponaraya prevén que en algunas regiones, como en la zona alta del municipio o Magaz en una semana ya comenzará la maduración de las uvas.
Tal y como dice el refrán “por Santiago pinta el vago”, alrededor del 25 de julio comenzará el envero según recuerda Pablo Franco desde la Cooperativa de Cacabelos.