La campaña 2014, ha estado marcada por la climatología desde su inicio, ya que -como apunta la D.O en un comunicado “el inverno y primavera han sido lluviosos y el verano fresco, lo que ha hecho que la maduración de la uva fuera lenta y los vinos sean muy atlánticos, con un grado alcohólico moderado y buena acidez y pH. Debido a ello, van a tener unas características varietales muy marcadas y una buena evolución a lo largo del tiempo”.
La vendimia comenzó el 29 de agosto para variedades blancas no acogidas a la Denominación. La recogida de la uva Mencía comenzó el 1 de septiembre, en aquellas zonas más tempranas, y con el Godello a partir del día 6 de septiembre. La vendimia se generalizó a partir 8 de septiembre y se ha prolongado hasta el día 17 de octubre, fecha de registro de las últimas entradas de uva.
“La vendimia ha sido algo accidentada en cuanto a precipitaciones, por lo que se ha tenido que parar y volver a comenzar en varias ocasiones esperando a que la lluvia cesara y los racimos se secaran. Aún así, la calidad de la uva ha sido muy buena, con unos parámetros físico-químicos y organolépticos excelentes, lo que va a hacer que los tintos de Mencía sean frescos, frutales y muy equilibrados y los blancos de Godello, elegantes, complejos y vivos”.
En la parte final de la vendimia, comenzó a aparecer Botritis, sobre todo en aquellas parcelas que tenían que haberse vendimiado con anterioridad, pero debido a las condiciones meteorológicas no se pudieron recoger. “Sin embargo, tenemos la gran ventaja de que el 95% de la vendimia es manual, por lo que se hace selección de la uva en la viña y además las bodegas con las mesas de selección retiran todos aquellos racimos que puedan presentar algún tipo de enfermedad y que no resulten aptos para la vinificación”.