Sin embargo, al margen de estas grandes empresas subsistieron hasta 1936 'chamizos'. Es decir, explotaciones asentadas en pequeñas concesiones donde se empleaban unos medios de producción muy rudimentarios. Así era 'la Pacita', una explotación en régimen de colectividad ubicada en Bárcena de la Abadía. Allí, un grupo de mineros trabajaron de forma cooperativa hasta el golpe de estado del 1936. Tal y como explican desde el Ayuntamiento de Fabero, una de las primeras medidas adoptada por la nueva corporación municipal nombrada por el gobierno provisional de Franco el 29 de agosto de 1936, fue intervenir esta concesión minera y el carbón acumulado en sus instalaciones.
Imagen del acta de aquel pleno extraordinario de la junta gestora municipal de Fabero en agosto de 1936
Según consta en el acta del pleno extraordinario de la Junta Gestora Municipal de la localidad la decisión fue tomada por la necesidad de hacer frente a los "graves daños" causados por los mineros "tales como la quema del cuartel de la Guardia Civil". "Por tanto para responder económicamente de los daños causados se acuerda intervenir las existencias de dicho carbón", dice el acta. De esta manera, la explotación cooperativa fue cerrada y el carbón requisado. Por supuesto no sería el fin de la actividad minera en el municipio, pero sí en condición de colectividad.