La DGT ha diseñado un nuevo plan de vigilancia de las vías españolas que supondrá quitar todos los radares móviles de las autopistas y las autovías para llevarlos a las carreteras secundarias. Este proyecto, que empezó a aplicarse este miércoles—aunque su implantación completa está prevista para "poco antes del verano"—, contempla la identificación de 1.200 tramos de las vías convencionales donde se ubicaran estos dispositivos. Unos puntos que serán públicos, puesto que Tráfico difundirá por primera vez su posición a través de la página web del organismo.
En las carreteras secundarias fallecieron 8 de cada 10 víctimas de accidentes en 2014: cerca de 900 personas. Cifras que han empujado a la DGT a concentrar en estas vías las nuevas propuestas, lo que implica sacar los radares móviles de las autopistas y autovías. A partir de ahora, explicó la DGT, el control de velocidad en estas últimas se hará con los radares fijos, los siete helicópteros Pegasus, y las patrullas de la Guardia Civil (uniformadas y de paisano).
Además ya se han decidido cuáles serán los primeros tramos elegidos en siete provincias: Ávila, Segovia, Burgos, Valladolid, Cádiz, Asturias y León. El resto se fijarán "antes del verano". Aunque todos ellos pueden cambiarse en el futuro. Eso sí, se informará a través de la web.Nuevo plan estatal de radares.