La DO más afectada por las condiciones meteorológicas será la del Bierzo, aunque la vendimia se adelanta en toda CyL

Una hipotética lluvia en lo que falta del mes de agosto igualaría hollejos irregulares y retrasaría la cosecha, lo que podría contribuir a mejorar la añada.

19 de Agosto de 2017
Actualizado: 20 de Agosto de 2017 a las 13:39
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adelantovendimia635
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La vendimia se adelantará de forma generalizada en Castilla y León, con algunas denominaciones que lo harán una semana y otras incluso tres en relación a su inicio habitual, más allá de que algunas bodegas puntuales -principalmente las que cuentan con Sauvignon Blanc para los espumosos- ya han empezado, como es el caso del Palacio de Canedo. No obstante, una hipotética lluvia en lo que falta del mes de agosto igualaría hollejos irregulares y retrasaría la cosecha, lo que podría contribuir a mejorar la añada. 2017 será recordado por la fuerte sequía y las heladas registradas en abril en el campo regional, que ha afectado también al viñedo, si bien existe importantes diferencias por determinadas zonas.

La DO más afectada este año por las condiciones meteorológicas es Bierzo, que presentará una “merma importante” de hasta el 60 por ciento de la producción habitual, con un total de uva recogida que se situará entre los seis y los ocho millones de kilogramos.  La presidenta del Consejo Regulador, Misericordia Bello, reconoció que el actual es “un año complicado” debido a las inclemencias meteorológicas en forma de heladas y granizo que azotaron a la comarca berciana durante los meses de primavera. Esta situación, unida a la escasez de lluvias, provocará esta reducción “relevante”.

En conjunto, los consejos reguladores estiman mermas en las producciones de entre un 20 y un 60 por ciento, aunque también han evitado enfermedades fúngicas, como el oidio, e incrementado la calidad del fruto al haber menos racimos.

En ese sentido se pronunció en declaraciones a Ical el director técnico de la DO Ribera de Duero, Agustín Alonso, quien ensalzó que la viña está “regular aún” porque tras la helada “echó racimos de segundo intento y hay racimos en momentos de maduración diferente”. Ello supone unos diez días de adelante respecto a la media habitual debido a “algún pequeño problema de sequía, para el que queda tiempo”. En un año normal, Ribera empieza a vendimiar en octubre y en 2017 será a partir del 20 de septiembre. “El adelanto es evidente, pero el tiempo es que el que marcará. Habrá que ver en su momento qué tal acaba agosto”, comentó.

Alonso, que descartó cualquier tipo de problema sanitario, confió en que el cielo se porte bien y una hipotética lluvia reduzca el estrés hídrico. Ayudaría a “avanzar a las plantas que van más retrasadas e igualaría el cultivo, porque la irregularidad es más notoria que en otras épocas”.

Para concluir, el técnico se aventuró a afirmar que la calidad, a pesar de ser tan pronto, “será buena, porque uno de los factores claves es la cantidad de uva por hectárea, que este año es reducido por la helada y le es más fácil madurar por la planta”. Además, indicó que las bayas “son de tamaño pequeño y eso juega a favor de la calidad en la elaboración de tintos”.

Su homólogo en la DO Rueda, Jesús Díez de Íscar, subrayó que el estado sanitario actual es “bueno” en la zona y las plantas, por lo general, llevan 17 días de adelanto, pues el verdejo acaba de pasar el envero. La Denominación, no obstante, estuvo tocada por las heladas y un pedrisco el 7 de julio, que registrarán un descenso en las medias por afección a un área de Segovia y del sur de Valladolid. “Algo ha rebrotado, pero con poca producción. En la zona de heladas son 2.700 las hectáreas afectadas. Luego hay más en menor grado que sí se ha recuperado”, espetó.

En general, los racimos en las viñas de Rueda son más pequeños y suman menos uvas, lo que “es positivo para la calidad del vino”. “La existencia de mayor porcentaje de hollejo es positivo para la elaboración. Las condiciones son óptimas para una buena calidad”, sostuvo Díez de Íscar, quien anunció a Ical que el verdejo iniciará el arranque en la primera semana de septiembre. Aunque si “cayera alguna tormenta se podría retrasar tres o cuatro días”.

Baja un 20% en Toro

Carlos Gallego, veedor del Consejo Regulador de la DO Toro, adelantó que la vendimia arrancará en torno al 15 de septiembre, “más menos diez días”. “Algunos empezarán pronto. Pero la mayor parte lo hará a partir de la semana del 11 de septiembre porque viene antes la campaña”, significó. Recordó que la helada de primavera afectó “en dos esquinas” de la DO que tendrás mermas importantes, en El Pego, Sanzoles y Venialbo -a 850 metros de altitud- y en la provincia de Valladolid, lo que motiva “dos floraciones, una más temprana y otra más tardía”. “Ahora hay un racimo completamente negro y enverado, pero también otro completamente verde. Si lo quieres vendimiar todo tienes que esperar. No puedes hacer dos vendimias porque no es rentable”, justificó.

Gallego ensalzó que el estado sanitario es bueno, pero no evitará que los problemas de meteorología repercutan en una reducción de producción del 20 por ciento, algo que achacó también a que “van unos años de mucha cosecha”. También se debe, lógicamente, a la sequía en invierno, con lo que “ha costado más la brotación”.

El veedor recordó que hace un mes llovieron 50 litros y ayudó bastante porque “refresca y tiene más vegetación y madura más tranquilamente”. Pero ya se han registrado un par de noches a siete grados que repercute negativamente, pro lo que los próximos 20 o 30 días hasta la vendimia marcarán la producción.

Menos de lo estimado

Por último, el director técnico de la DO Tierra de León, Alejandro González, señaló que las fuertes heladas en la zona en primavera, que previeron daños en el 85 por ciento de daño, sitúan la superficie afectada en el 50 por ciento. “La vid tiene capacidad de rebrotar las yemas que inicialmente no lo hacen en su núcleo. Se dañaron las principales y como mecanismo de defensa, brotaron las secundarias”, explicó González a Ical, quien no obstante opinó que “no ha rebrotado lo suficiente, pero paliará las pérdidas iniciales”. Al contrario que el resto de comarcas vinícolas, en Tierra de León se observará un “retraso” de vendimia, que suele comenzar en la primera quincena de septiembre y arrancará en 2017 en segunda.

En todo caso, urgió calor para recuperar producción, porque el verano en la provincia leonesa “no está siendo caluroso, con oscilaciones térmicas importantes entre día y noche y sin lluvias”. El extremo positivo es el estado sanitario, que es “bueno y tranquilo” desde el punto de vista fúngico, ya que es una zona que suele estar afectada por oidio.

Por último, confió en que las lluvias acompañen al inicio de la maduración porque “ayudará a la uva a acumular azúcares”. “Tan importante como la lluvia es el calor para que no se pare la maduración. Lo previsible es que en septiembre llueva y mejore”, estimó González, quien concluyó que es “pronto” hablar de la calidad.