La Fiscalía pide penas de hasta seis años y medio de prisión para los seis implicados en la presunta estafa a agricultores detectada en El Bierzo

Más de 7.000 agricultores asturianos, gallegos y bercianos afectados

02 de Noviembre de 2018
Actualizado: 06 de Noviembre de 2018 a las 19:38
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El ministerio Fiscal pide penas de hasta seis años y medio de prisión para los seis implicados en la denominada operación 'Fito' que se abrió en el año 2016 en el juzgado de Instrucción número 4 de Ponferrada contra las empresas Rabcor, Sanea Control y el grupo Lucaser por la programación en Villafranca de cursos de formación para la obtención del carnet de manipulación de Fitosanitarios, unos cursos con los que presuntamente se cometió estafa a cerca de 7.000 agricultores de Asturias. Galicia y la provincia de León, a los que se le cobraban entre 100 y 150 euros por obtener un carnet que no se necesitaba.

Según adelanta Radio Bierzo, el Ministerio Fiscal considera que se les debe juzgar por un delito continuado de estafa, como delito de masa, en concurso con un delito de falsedad en documento oficial. Para los seis investigados se piden penas de prisión que van entre 48 y 75 meses, según la implicación en el caso, además de la restitución de las cantidades estafadas.

La investigación comenzó hace dos años, cuando efectivos de la Guardia Civil de León procedieron a la investigación de 8 personas por su implicación en presuntas irregularidades en la realización de cursos de Formación de Fitosanitarios. La operación se inició a raíz de la información y colaboración facilitada por el Servicio de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León donde se ponía de manifiesto presuntas irregularidades en la realización de cursos de formación de Fitosanitarios para la obtención del carnet. Fruto de la colaboración entre la Guardia Civil y La Junta de Castilla y León tras el minucioso estudio de la documentación se desarrolló de manera coordinada una investigación e inspección de varios de los cursos que se estaban desarrollando.

Precisamente el responsable de Asaja en Castilla y León fue testigo directo de uno de estos cursos en Villafranca del Bierzo, donde desembarcaban autobuses con agricultores gallegos al parador, donde también recibían supuestamente las clases prácticas y donde también se examinaban de forma exprés y con presunta ayuda de los monitores.

En las investigaciones se pudo constatar que varias empresas ofertaban estos cursos de formación compuestos por una primera fase on-line con una carga lectiva de 16 horas y una segunda fase práctica con 9 horas. Posteriormente, se detecto que en la fase del curso on-line se estaba haciendo un uso masivo de las mismas direcciones IP por múltiples alumnos y además en unos tiempos muy reducidos, lo que hizo sospechar que eran realizados por robots informáticos o por un mismo usuario que al conocer las respuestas iba contestando las preguntas en el mínimo tiempo posible sin tiempo para leer el contenido ni analizar las preguntas.  Igualmente, la Guardia Civil en colaboración con inspectores de la Junta de Castilla y León, detectó en la fase presencial de los cursos que se estaban desarrollando en diferentes sedes de la comarca del Bierzo, múltiples irregularidades

Fiscalía también pide ahora, en sus calificaciones previas, a los gobiernos gallego y castellano y leonés que anulen la validez de los carnets emitidos, una decisión que queda en manos previsiblemente de la Audiencia Provincial de León que será la encargada de juzgar esta causa.