La glicina vuelve a florecer un espectáculo visual en el casco antiguo de Ponferrada

No falta a la cita, ya centenaria, el árbol que tutela los pasos por el Casco Antiguo. Su origen en la tendencia europea de ornamentar con plantas del nuevo mundo brinda una bonita estampa a la ciudad.

13 de Abril de 2014
Actualizado: 17 de Octubre de 2014 a las 23:26
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No falta a la cita, ya centenaria, el árbol que tutela los pasos por el Casco Antiguo. Su origen en la tendencia europea de ornamentar con plantas del nuevo mundo brinda una bonita estampa a la ciudad por unos breves días.

Cuando llega la primavera muchos son los curiosos que se dan una vuelta por las inmediaciones del Castillo y de la plaza de la Encina para contemplar la floración de la Glicina, que ya luce en su plenitud durante estos pocos días en la emblemática calle Gil y Carrasco.

Sobre su llegada a Ponferrada, se desconoce fecha y mano que la plantó, pero todavía era una villa, y poco a poca la 'señora' centenaria ha abrazado toda la historia como ciudad.

Adosada al actual Museo de la Radio (Casa de los Escudos del barroco tardío) y flanqueada por los dos escudos de armas de la familia García de las Llanas, la glicina precisa ya desde hace unos pocos años, de muleta de apoyo para sustentar su robusto y vetusto tronco retorcido. Parece brotar del balcón volado de la casona, y se alza en vistosidad tanto como el propio palacete.

En el libro ‘Breve historia de la Glicinia’ editado por el Ayuntamiento de Ponferrada, cita a la familia descendiente de Adelino Pérez como propietarios de la Casa de los Escudos, para tratar de esclarecer su origen en “algún comerciante amigo de la familia” a finales del S.XIX o comienzos del XX, posiblemente traída de Asia.

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