La Iglesia de San Martín y la Ermita de San Roque de Truchas (La Cabrera) se suman a la 'Lista Roja' de Hispania Nostra

El pasado martes 14 de junio la Iglesia de San Martín y la Ermita de San Roque de Valdavido, pedanía de Truchas (La Cabrera), se sumaban a la 'lista roja' de Hispania Nostra, la lista que recoge el patrimonio natural y cultural en peligro. 

16 de Junio de 2022
Actualizado: 21 de Junio de 2022 a las 12:33
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El pasado martes 14 de junio la Iglesia de San Martín y la Ermita de San Roque de Valdavido, pedanía de Truchas (La Cabrera), se sumaban a la 'lista roja' de Hispania Nostra, la lista que recoge el patrimonio natural y cultural en peligro. 

El templo de San Martín, que se remonta a la Edad Moderna (Siglo XVIII) y pertenece al Obispado de Astorga, presenta una planta de cruz latina. En la nave destaca la amplitud de la capilla y el crucero. A los pies se encuentra la tribuna de madera y debajo la capilla bautismal semicerrada con una verja de madera en consonancia con la tribuna. La sacristía está anexionada lateralmente al presbiterio.

En cuanto a la entrada al templo, con portada adintelada de sillería de arenisca, se ubica en el muro sur. La torre de la espadaña mantiene la distribución clásica de cuerpo, campanario y remate triangular, y se accede a ella por una escalera de dos tramos. La armadura de la nave es de tres paños, de par y nudillo con almizate sin decoración, con un alicer simple y con tirantes, apoyados en canes moldurados, que mantienen tensionado el estribado. La del crucero es de tres paños, cuadrangular, de par y nudillo, de lima bordón y cuatro faldones con almizate simple y cuatro cuadrales.

Las goteras y el acceso de agua por la cubierta están deteriorando el artesonado y agrietando los muros, habiéndose producido la rotura y caída de varias vigas, así como de partes de un falso techo de escayola en varias zonas del templo.

 



 

La ermita, originaria de la Edad Moderna (Siglo XVI) y perteneciente al Obispado de Astorga, tiene planta basilical, con nave rectangular y presbiterio, separado por un arco triunfal de medio punto. Tras el testero del presbiterio se encuentra la sacristía. En el exterior, el pórtico apoya su techumbre en un pilar central con zapata moldurada. La espadaña en el hastial occidental está formada por el cuerpo y el campanil con un vano de medio punto.

El edificio es de mampostería con refuerzo de sillares en las esquinas y vanos. El cuerpo de la nave se cubría hasta 2019 con una armadura de parhilera, que fue sustituida por el obispado de Astorga, en vistas a su deterioro, por una estructura de madera convencional. El presbiterio, con una armadura de par y nudillo, tres paños y de lima bordón con su florón adornado con una piña, se encuentra en mal estado por las goteras y las filtraciones de agua.

En el interior destacan dos tallas exentas: la Virgen de las Angustias y San Roque, ambas sin retablo. La Virgen presenta un acusado patetismo. La de San Roque presenta una estimada policromía y un mejor tratamiento de la anatomía.

Una zona de la cubierta sufre de goteras que están deteriorando el artesonado y los muros. Se han llevado a cabo algunas actuaciones para intentar paliar estos daños a través de la junta vecinal, ante la inacción del obispado. Pero el presupuesto que manejan no permite realizar más allá de pequeñas reparaciones.

Además, la fachada trasera se encuentra inclinada, observándose tal hecho notablemente en el interior del templo. Posiblemente se produce por la ausencia una cimentación adecuada.

En rasgos generales, la iglesia no presenta grandes patologías y las pocas que hay se ubican en la parte de la cubierta que no ha sido intervenida, que es la de la capilla mayor y la sacristía. Es necesaria la reparación para que no vaya a más, y también otras pequeñas reparaciones además de actuaciones de mantenimiento rutinario. Convendría, asimismo, realizar un estudio del muro norte para comprobar la estabilidad del mismo e identificar posibles riesgos.

 



 

Últimas adhesiones a la Lista Roja en el Bierzo 

La Recuelga y el lavadero cargue de Victoriano González en Santa Cruz del Sil pasan a formar parte desde este martes de los monumentos de la lista roja de Hispania Nostra. Este conjunto está constituido por las instalaciones asociadas a las dos estaciones de descarga de las “líneas de baldes” o “cables aéreos”, promovidas en la década de 1940 por las empresas mineras Antracitas de Fabero (AFSA) y Victoriano González. Estas instalaciones construidas junto a los apartaderos ferroviarios que estas sociedades desplegaron al borde de la línea Ponferrada-Villablino, estaban destinadas a la recepción del carbón proveniente de sendos funiculares conectados con las explotaciones mineras, para su inmediato tratamiento y trasvase al ferrocarril. La línea de baldes de AFSA se prolongaba ocho kilómetros, pues tras salvar el río, ascendía el macizo montañoso hasta la cuenca de Fabero.

 

La Ferrería de A Portela de Valcarce constituye uno de los últimos testimonios de la siderurgia tradicional del valle del Valcarce, actividad que caracterizó el paisaje y la atmósfera de este tramo del Camino de Santiago. Asimismo, resulta un atractivo cultural relevante del mismo valle. Sin embargo, el pasado miércoles pasaba a engrosar la lista roja del patrimonio de Hispania Nostra, ya que "presenta una seria amenaza de desaparición, pese a que constituye un elemento importante de la memoria y el paisaje del Camino de Santiago Francés a su paso por el valle del Valcarce", según la propia organización.

Resulta un caso singular en El Bierzo, puesto que no es frecuente encontrar ya conjuntos íntegros en los que reconocer los distintos elementos que constituían el complejo fabril de una ferrería. Además de las dimensiones de la propia zona de trabajo, resulta destacable la capacidad interpretativa que ofrecen las dependencias y el edificio residencial. Así, el conjunto en general y las estancias de la Casona del Ferrón en particular, presentan un alto valor etnográfico y arquitectónico, así como educativo y divulgador.

 

La iglesia de Santa Ana se halla en la localidad de La Bustarga, ubicada en el municipio berciano de Vega de Espinareda. Las características constructivas del edificio llevarían a situar su construcción primitiva en la Edad Media, siendo reformada en profundidad en la Edad Moderna. Por tanto, aunque su aspecto actual data de los siglos XV-XVI, se erigió sobre un templo previo, según explica la ficha de Hispania Nostra.

En su informe detallan que la inclusión en la Lista Roja del patrimonio en riesgo de desaparición se debe a "su estado de abandono y ruina progresiva, habiéndose derruido parte del monumento, y dándose también una pérdida parcial con peligro de destrucción total del artesonado del ábside. Riesgo de ruina total del monumento" de esta localidad con 3 habitantes censados (INE 2020).