La industria de la biomasa forestal, un combustible para el futuro del Bierzo

La comarca acoge varios proyectos impulsados por la Junta para instalar iniciativas ligadas a la biomasa, una fuente de energía “limpia, renovable y autóctona”

11 de Diciembre de 2016
Actualizado: 16 de Diciembre de 2016 a las 12:55
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biomasa5551 Un trabajador tala árboles en una finca del Bierzo / Reportaje fotográfico de César Sánchez / ICAL

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El aprovechamiento de la biomasa forestal como fuente de generación de energía para el futuro más inmediato es una de las principales líneas de trabajo impulsadas por la Junta para reactivar la economía de la comarca del Bierzo, con un gran proyecto impulsado por la empresa Forestalia y la previsión de crear redes de calor en municipios como Ponferrada, Fabero o Bembibre. Dinamización del territorio, creación de empleo, conservación de los bosques y protección contra incendios son las principales bazas de la biomasa frente a otros combustibles fósiles. En esa línea, el director general de Calidad Ambiental y responsable del Somacyl, José Manuel Jiménez, subraya que “no hay duda de que es una energía limpia y renovable y además autóctona”.

En ese sentido, Jiménez recuerda que “la biomasa forestal no es otro material diferente a la leña que se ha utilizado siempre para calentar los hogares, en forma de astilla”. Para la generación de energía, se utiliza la fracción leñosa de los árboles o arbustos que tiene poca utilidad en la industria maderera y del tablero de calidad, gracias a “unos sistemas de combustión más tecnológicos, centralizados y fáciles de gestionar”. “En el Bierzo, las especies forestales más adecuadas para llevar adelante un proyecto de este tipo son el chopo, el pino y el roble”, explica Jiménez, que recalca que todos estos árboles disfrutan de una gran implantación en la comarca.

“En la comarca del Bierzo no existe una industria de transformación ni de consumo de biomasa forestal de relevancia, por lo que los aprovechamientos de madera que se realizan en los bosques de esta comarca han de viajar muchos kilómetros hasta llegar a su destino industrial, con la consecuente pérdida de rentabilidad”, asegura el director general del Somacyl. Al respecto, “la creación de una industria que consuma biomasa en el Bierzo, no solo pondrá en valor mucha madera de chopo y de pino cuyo aprovechamiento actualmente no es rentable, sino que además permitirá rentabilizar otras masas de frondosas necesitadas de tratamientos selvícolas”, avanza Jiménez.

Además, los responsables de la Consejería esperan que el aprovechamiento de esta fuente de energía repercuta positivamente en otro de los grandes problemas que acecha a los bosques bercianos año tras año: los incendios forestales. En ese sentido, Jiménez considera que “una mejora en la productividad de los bosques, unida a la creación de empleo asociado al aprovechamiento, producirá, sin duda, una mayor preocupación de los ciudadanos por su conservación y una reducción del número de incendios”.

Reducción de las emisiones

Al respecto, las “importantes masas forestales” presentes en la comarca y las intenciones de “mejorar su estado de conservación y reducir las consecuencias de los incendios” son sólo uno de los factores que han motivado la elección de la comarca por parte de la Consejería para implantar proyectos que demanden cantidades importantes de biomasa. En ese sentido, la otra gran razón para considerar el territorio berciano como un potencial centro de producción del combustible forestal tiene que ver con el “descenso importante de la actividad asociada a la industria del carbón que ha sufrido y está sufriendo el Bierzo”.

En ese sentido, Jiménez recuerda que la biomasa aparece como un “importante instrumento para evitar las emisiones de CO2, ya que tiene un balance neutro respecto a otros combustibles fósiles que emiten importantes cantidades de dióxido de carbono”. Como ejemplo, Jiménez explica que una instalación con capacidad para producir 50 MW de potencia y que se alimente con carbón, producirá en sus 6.500 horas de funcionamiento anual un total de 150.000 toneladas de CO2, frente a las “emisiones cero” de la biomasa.

Respecto a las inversiones necesarias para poner en marcha un centro de quema de biomasa, Jiménez asegura que, para abastecer una red de calor, la inversión media alcanza los 500.000 euros por MW. En el caso de instalaciones de producción de energía eléctrica, el coste se cuadruplica, a causa de la necesidad de implantar turbinas y generadores.

El proyecto de Forestalia

El principal proyecto con el que trabaja el Ejecutivo autonómico dentro de los límites comarcales tiene que ver con la instalación de una planta de biomasa por parte de la empresa Forestalia, con capacidad para consumir 400.000 toneladas anuales. “Actualmente se está redactando el proyecto básico para establecer las condiciones que ha de tener la instalación. A la vez, se están redactando los proyectos de la línea de evacuación de energía, de la toma de agua necesaria para la refrigeración de la planta, así como los análisis ambientales”, explica Jiménez, que adelanta que “el inicio de las obras está previsto para el primer trimestre de 2018 en una parcela industrial de 100.000 metros cuadrados ubicada en el polígono del Bayo”.

Ante las dudas planteadas por Ecologistas en Acción, que ha puesto en cuestión la capacidad de los bosques del Bierzo para suministrar materia prima para este proyecto, Jiménez recuerda que “este tipo de instalaciones se abastece con biomasa procedente de un área circular con un radio de 150 kilómetros”. “En esta área hay biomasa más que suficiente para abastecer la planta. Si esto no fuera así, Forestalia habría optado por otras ubicaciones”, subraya el director general de Calidad Ambiental, que destaca que, una vez que el proyecto se ponga en marcha, “los productores de biomasa del Bierzo serán los más competitivos, ya que sus costes de transporte serán menores”.

Más de 100 millones de euros

Además, la Consejería trabaja también en la creación de una red de calor para suministrar agua caliente y calefacción a 13 edificios municipales de Ponferrada, una infraestructura que entrará en servicio “en el otoño de 2018”, según avanza Jiménez. Junto a estos proyectos, los responsables del Ejecutivo estudian la construcción de redes de calor similares en Fabero y Bembibre.

En ese sentido, el total de inversiones planteadas, tanto en la planta de generación eléctrica como en las redes de calor, supera los 100 millones de euros, explica Jiménez, que destaca la “intensa capacidad de creación de empleo” de los proyectos. “Se crearán más de 400 empleos directos, con una aportación a la economía de la comarca de más de 30 millones de euros anuales durante los 25 años de vida útil de la instalación”, asegura.

“Una vez se vayan poniendo en funcionamiento estos proyectos, la Junta se implicará en el abastecimiento, actuando en los distintos montes de la comarca”, explica el director general del Somacyl, que adelanta que “en paralelo, la Consejería pondrá en marcha actuaciones para movilizar los aprovechamientos de madera en la comarca, fomentando agrupaciones de propietarios forestales y coordinando a las Juntas Vecinales”.

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