La Junta de Castilla y León da por concluida la campaña de riesgo alto por incendios, que finalizó el pasado 30 de septiembre. Ante la falta de lluvias generalizadas que rebajen definitivamente y de forma sustancial el riesgo, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha decidido declarar época de peligro medio del 1 al 10 de octubre, según informaron fuentes del Ejecutivo. A partir de ese día, semanalmente se analizará el riesgo y se dimensionará el operativo adecuado a esa situación. No obstante, durante estos primeros días de octubre se mantiene un despliegue "importante" de medios.
Asimismo, el Gobierno autonómico indicó que estas fechas se adaptan a los calendarios semanales que elabora el operativo de lucha contra incendios forestales el resto del año, que se dimensiona "permanentemente" con unos medios humanos y materiales apropiados al nivel de riesgo de cada momento. "Tras un invierno y primavera muy secos en este año, que provocaron un elevado déficit hídrico, el riesgo y los incendios han estado siempre presentes, destacando la segunda quincena de junio, que ha sido el periodo más conflictivo", explicó el Ejecutivo.
En los meses de julio y agosto de 2019 se mantuvo, según la Junta, un bajo nivel de precipitación en la Comunidad. Sin embargo, en la mitad norte hubo algunas precipitaciones que mitigaron el riesgo de esta parte de Castilla y León, mientras se siguió incrementando el déficit hídrico en la mitad sur de la Comunidad, en especial en las provincias de Ávila y Segovia, donde se concentró la mayor siniestralidad de incendios forestales.
El mes de septiembre pasado se registraron algunas precipitaciones repartidas por Castilla y León que según la Junta suavizaron la sequía y, por tanto, el riesgo y el número de incendios. "La mayor concienciación de la población, patente en el bajo número de incendios forestales registrados este mes, y la rápida y eficaz actuación del operativo, logrando dejar en conatos un importante y creciente número de ellos, permiten adelantar un balance del verano más favorable de lo previsible por la sequía que padecíamos".
Finalmente, la Junta de Castilla y León confía en que la población siga extremando la prudencia en sus actividades de trabajo y ocio al aire libre para evitar el inicio de un posible incendio y, en caso de observar el inicio de algún incendio, alerte a través del 112, para facilitar el rápido ataque con los medios del operativo de lucha contra incendios forestales y evitar así la destrucción de parte de nuestro patrimonio natural y forestal y sobre todo evitar cualquier riesgo para la población.
Campaña de "cifras contenidas"
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, avanzó a finales de septiembre que la campaña de incendios en el periodo de Alto Riesgo dejaría “cifras contenidas”, por debajo la media de los últimos diez años y con cifras similares a las de 2018, quedando lejos de la campaña de hace dos años, en la se quemaron 40.000 hectáreas en Castilla y León.
El consejero de Medio Ambiente sostuvo que será “una campaña contenida” lo que le hace pensar que “a pesar de haber tenido unas condiciones climáticas horribles de viento y altas temperaturas”, se ha logrado contener y confió en que haya anidado “mayor concienciación”. Suárez-Quiñones también avanzó que se han incrementado cerca de un 70% los conatos, es decir, los incendios que no llegan a una hectárea por una rápida intervención, remarcando que “vamos por el buen camino”.
El responsable de Medio Ambiente de la Junta señaló que es pronto para hablar del número concreto de hectáreas afectadas y pidió respetar a las Cortes de Castilla y León, avanzando que al día siguiente del final de la campaña de Alto Riesgo, solicitaría la comparecencia voluntaria en las Cortes para exponer el balance ante los parlamentarios.