La Junta de Castilla y León destinará 250.000 euros para paliar los efectos devastadores del fuego bacteriano que, según cifraban los servicios territoriales de Agricultura a finales de 2014 "afectó al 60% de las fincas de peral" de Cacabelos, Camponaraya y Carracedelo, entre otros municipios.
"Estas ayudas", según manifestó este lunes el director general de Producción Agropecuaria, Jesús Mª Gómez, tras reunirse con integrantes de la Asociación Berciana de Agricultores, "servirán para que los agricultores que hayan tenido que reemplazar frutales debido a algún tipo de plaga puedan sufragar dichos gastos extras". Tras la adquisición de la planta se hará una contrafactura y se abonará el 47 por ciento de cada ejemplar (el tope máximo que permite la UE). En el caso de los agricultores jóvenes, éstos recibirán una ayuda de dos puntos por encima.
Se trata de una órden de ayudas pionera, que no se había establecido anteriormente por parte de ninguna Comunidad Autónoma. El requisito que deben cumplir los beneficiarios es que "en la campaña anterior hayan entregado fruta a algún operador".
Otras medidas
Además de la parte económica, la Junta también ha cerrado con el sector otras importantes iniciativas en las que llevan trabajando desde el segundo semestre del año pasado. Asimismo, el próximo mes de abril se iniciará un Plan de Prospecciones, en el que se firmará un convenio con la Asociación de Fruticultores del Bierzo para entregarles un kit de diagnóstico previo que, a su vez, ellos repartirán entre los agricultores y así tener una colaboración más cercana y eficaz en la detención y prevención de los fuegos bacterianos.
También se pondrá en marcha una serie de campos de ensayo -que se realizarán en Carracedelo- para poder ver la eficacia de los distintos métodos que actualmente existen, así como los que puedan crearse en un futuro. En este sentido, la Junta ha conseguido que el Ministerio de Agricultura les dé carta verde para la utilización en la Comarca del Bierzo de diversos productos fitosanitarios, que ya se usan en otros países de la Unión Europea y que a España "no han llegado todavía porque no estaban autorizados", explicó Jesús Mª Gómez.
Por último, Junta y sector han llegado al acuerdo de realizar unas Jornadas de Asesoramiento, especialmente a través de las cooperativas, "porque es fundamental que los agricultores tengan el conocimiento pleno de la enfermedad, de sus fases, de sus consecuencias y, sobre todo, de cómo se puede prevenir para evitar su propagación".
Situación
Aunque todavía no se puede hablar de una situación extrema, según definió el director general de Producción Agropecuaria, "en la campaña pasada se produjo un incremento de parcelas y de árboles afectados en El Bierzo". Por este motivo, y antes de que la alerta sea mayor, "es necesario que Administración y sector estemos unidos para actuar de una manera eficaz y evitar que una plaga afecte, si cabe, a más frutales", sentenció. Según las prospecciones de la Administración, el número de parcelas afectadas en la Comarca ascienden al 10% y al 6% de la totalidad de los frutales de pepita.
Cabe recordar que, desde su irrupción en la Comarca en 2007 ha provocado el arranque de más de 3.000 frutales. Sólo en 2009 -el año de mayor incidencia- se arrancaron más de 2.000 frutales en 150 fincas del Bierzo.