La Junta prohíbe los velatorios y la tanatopraxia por la pandemia del Coronavirus

La Dirección General de Salud Pública de la Junta de Castilla y León ha decretado la prohibición de velatorios y prácticas de tanatopraxia, y cancela la obligatoriedad de esperar 24 horas para dar destino final a un cadáver, hasta que cese el Estado de Alarma

20 de Marzo de 2020
Actualizado: 21 de Marzo de 2020 a las 17:44
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La Junta de Castilla y León remitió un escrito a los tanatorios el pasado jueves donde la Dirección General de Salud Pública especificaba prioridades en materia de sanidad mortuoria durante el estado de alarma debido al Covid-19. En relación al Real Decreto 463/2020 del 14 de marzo, donde se suspende cualquier actividad que, a juicio de la autoridad competente, pueda suponer un riesgo de contagio, la Junta ha decidido prohibir todos los velatorios, tanto en instalaciones públicas como privadas (velatorios en domicilios particulares).

El escrito dicta, literalmente, que “se restringirá la comitiva para el enterramiento o despedida de cremación a los familiares más cercanos, guardando entre las personas una distancia de 1 - 2 metros”. Asimismo, “se procurará evitar todo tipo de manifestaciones afectuosas, posponiéndose el culto o ceremonia civil fúnebre, para cuando cese el estado de alarma”.


Además, la nueva normativa prohíbe la realización de actuaciones de limpieza e intervenciones de tanatopraxia o tanatoestética sobre ningún cadáver, tanto si ha fallecido por Coronavirus como si no. Por otra parte, se cancela la obligatoriedad de esperar 24 horas para dar destino final al cadáver.


Según explica Delmiro Vega, gerente de los tanatorios La Encina, la situación ha obligado a cerrar nuestros siete tanatorios del Bierzo, aunque permanecen abiertas las oficinas de las dos instalaciones en Ponferrada, “por si ocurriera algo de urgencia”. Vega reconoce que la situación es “tensa”, pues las familias que pierden a un ser querido afrontan ahora esta dificultad para despedirse y velarlo como es costumbre. Sin embargo, insiste Delmiro en que se trata de “medidas de protección” y es necesario adaptar y actualizar los protocolos, hasta que la situación se normalice.