La memoria berciana de la División Azul se apaga con el fallecimiento de Joaquín Montaña 'Quino' en Villafranca del Bierzo

Fue voluntario a la Segunda Guerra Mundial en 1942 y no regresó hasta 1954 tras pasar más de diez años en distintos campos de concentración soviéticos

02 de Noviembre de 2017
Actualizado: 29 de Octubre de 2018 a las 17:16
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quino6351 Joaquín Montaña González 'Quino', fotografiado antes de la Segunda Guerra Mundial / Foto de 'En Rusia con la División Azul', de Ramón Cela

El funeral por la muerte de Joaquín Montaña González 'Quino' tuvo lugar este martes en la Colegiata de Villafranca del Bierzo. No fue el primero, ya que su familia llegó a encargar otro en la década de los cuarenta tras permanecer durante años en paradero desconocido, prisionero en distintos campos de concentración de la Unión Soviética, adonde había acudido como voluntario de la División Azul, la agrupación enviada desde España para combatir al comunismo al lado de las tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.

"Mi familia me dio por muerto; me hicieron funeral y todo", contaba en 2013 al semanario Bierzo 7 Montaña, nacido en Villafranca en mayo de 1923 y fallecido este 1 de noviembre a los 94 años de edad. Se había inscrito como voluntario a la División Azul para librarse de la mili en España sin saber que iba a tardar casi quince años en regresar a España. Había partido en tren desde San Sebastián a mediados del año 1942 para a continuación recorrer a pie en poco más de 20 días los casi mil kilómetros de distancia entre Suwalki (Polonia) y Smolensk (Rusia), según narra su paisano villafranquino Ramón Cela en su libro 'En Rusia con la División Azul'.

El destino era el frente de Leningrado. Y Quino quedó encuadrado en infantería para tomar parte en la Batalla de Krasny Bor, donde perdió el ojo izquierdo tras resultar herido por una ráfaga de metralleta. Hecho prisionero, Montaña pasó once años por distintos campos de concentración soviéticos en puntos como Siberia, los Urales u Odessa. De este último destino salió en barco en 1954 de regreso a España. Por sus servicios en la División Azul apenas recibió como contraprestación un mes de vacaciones y 60 pesetas de la época.

Con su fallecimiento este miércoles se apaga la voz del último voluntario de la División Azul que quedaba con vida en El Bierzo tras las muertes en los últimos años de Manuel Fernández Núñez (de Noceda del Bierzo), Juan Franco Salví (de San Juan de la Mata, Arganza) y Manuel Vega Díaz (de Ponferrada). En el año 2013 recibieron un reconocimiento por parte de la Hermandad Nacional de la División Azul al cumplirse setenta años de la retirada de esta agrupación del frente de batalla en la Segunda Guerra Mundial.

quino635 Joaquín Montaña González / Foto de Ramón Cela para su libro 'En Rusia con la División Azul'