El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, cuando se abre la campaña micológica, que se trata de una regulación integral para dar seguridad jurídica a todas las partes y detalló que su objetivo es la conservación de hongos silvestres, la gestión y el aprovechamiento sostenible y la comercialización en la que se garantizará su seguridad alimentaria.
El decreto, como explicó el consejero, establece en la recolección de setas silvestres en terrenos forestales los aprovechamientos regulados, reservados y episódicos. En la regulación, destaca por “su singularidad y como figura novedosa” los parques micológicos, cuya creación será fomentada por la Administración autonómica y solicitada por sus propietarios.
El aprovechamiento regulado o acotado está orientado a la recolección a través de un sistema de permisos, que deberán portar las personas que ejerzan la recolección, y se establece en una superficie mínima de 100 hectáreas. El reservado es aquel que está en terrenos no acotados pero en el que sus titulares, a través de una señalización, prohíben la recogida por terceros.
En el caso del aprovechamiento episódico, en zonas ni reguladas ni reservadas, éste no tiene ánimo de lucro, sino una finalidad recreativa y de autoconsumo por lo que no se puede comercializar y su recolecta se limita a tres kilos por persona y día.
Según costa en el decreto, la Junta de Castilla y León fomentará la declaración de grandes extensiones de terreno con el nombre de parques micológicos o zonas de especial interés para el aprovechamiento de recurso, incluida la vertiente turística. Cada parque micológico, que tienen la consideración de terrenos acotados, deberán tener una extensión superior a los 10.000 hectáreas.
Así, se contempla la creación de una Red de Parques Micológicos de Castilla y León, formada por todos los que puedan existir en la Comunidad, con la finalidad de promover la mejora de su gestión micológica o aprovechar la sinergia con otros usos.
El decreto se refiere también a la comercialización y transporte donde el objetivo es que se cumplan los criterios de trazabilidad alimentaria y a la promoción turística, ya que se considera un “recurso muy relevante” en Castilla y León con más de un millar de especies de hongos silvestres.
Infracciones
En otro apartado de la norma se recogen las infracciones y sanciones conforme a lo que determina la Ley de Montes, la Ley Agraria y la Ley de Salud Pública y Seguridad Alimentaria. En caso de la recolección en montes catalogados no acotados de una cuantía superior al límite esporádico sin contar con la licencia de aprovechamiento será considerada una infracción a la ley de Montes.
Igualmente, se considera infracción a la Ley de Montes la recolección de cualquier cuantía de setas silvestres en montes catalogados acotados sin contar con la licencia de aprovechamiento, igual que la recogida en cualquier terreno incumpliendo las prescripciones de recolección.
Se establece también un periodo de dos años para la adaptación a esta normativa para aquellos terrenos que ya cuenten con un tipo de señalización reconocido por la Consejería o conforme al decreto de 1999 específico de recolección de hongos, si bien éste y la orden de 2001, anteriores regulaciones, se derogan con la entrada en vigor de éste a los veinte días de su publicación en el Bocyl.
El Programa de Movilización de los Recursos Forestales de Castilla y León 201-2022, aprobado por la Junta en enero de 2014, estima un valor de producción primaria micológica silvestre de 14 millones de euros, a los que se suman 26 de producción industrial (empresas agroalimentarias de transformación de setas) y otros 25 millones que se corresponden con el valor añadido que esta actividad aporta al sector terciario.