La simbología escondida que los templarios 'tallaron' en numerosos templos del Bierzo

30 de Noviembre de 2017
Actualizado: 15 de Diciembre de 2017 a las 11:55
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Como hemos visto en las anteriores entregas de esta serie de leyendas y misticismo entre Ponferrada y los templarios  parece que todo lo que rodea a estos caballeros cuenta con un aura mágica. Además, parece que nada está elegido al azar, tal como se deduce de los asentamientos templarios de la Península Ibérica que veremos a continuación. Estos están situados por estrategia militar y comercial, pero al unirse con líneas imaginarias crean un Cruz templaria y una Cruz Tau.

En primer lugar tenemos la Cruz templaria cósmica de 40º. Según este mito, y tal como se explica en el libro ‘La meta secreta de los Templarios’ de Juan G. Atienza, los diferentes asentamientos forman una cruz templaria, tomando como centro el convento de Ucero (Soria). La explicación 'mágica' es que está situado, con absoluta exactitud, en el eje vertical de la Península Ibérica, en la línea que la divide en dos mitades y equidista de sus dos puntos extremos (cabo de Creus y Finisterre, ambos con alta tradición mágica desde la prehistoria).

A raíz del convento de Ucero, trazando líneas a 40º cada una de la anterior, se establecen el resto de asentamientos Templarios, en sentido de las agujas del reloj y partiendo del Cabo de Creus: Culla, donde se asentaron en 1303 al comprar el territorio; Caravaca, que cuenta con la Torre de los Templarios; Toledo, donde a pesar de la falta de documentos se encuentran múltiples 'huellas' en forma de cruz templaria en iglesias o castillos; Tomar, ciudad portuguesa vinculada ahora a Ponferrada mediante la Federación Ruta de los Templarios por su pasado en común; Ponferrada con su castillo de los Templarios; Finisterre; Castillo de Puente Viesgo, que cuenta con ruinas de una pequeña fortaleza y un santuario relacionados con la Orden del Temple; y la Comarca domenica de Guipúzcoa, que cuenta con indicios de que la Orden fundó hospitales, iglesias y monasterios en puntos elevados y aislados para la mejor defensa. Además de su relación templaria, todos estos lugares se caracterizan por haber estado siempre rodeados de misterios y leyendas.

Como se aprecia en la imagen, los cuatro ángulos (opuestos dos a dos) de 40º dibujan una cruz templaria. El escritor Juan G. Atienza advierte que para poder realizar este trazado y situar Ucero en su centro se necesitaban unos conocimientos geográficos superiores a los de la época medieval, pero resuelve el misterio explicando que los templarios pudieron estar en contacto con cartógrafos judíos más sabios, entre otras resoluciones.

 

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Por otro lado tenemos La Cruz de Tau. Partiendo desde Ucero otra vez como centro puede trazarse una Tau que encierra el paralelo 42 (de Finisterre a Creus de nuevo, además de ser el paralelo en torno al que se han sucedido los grandes movimientos religiosos a nivel mundial), el Camino de Santiago y varios núcleos mágicos templarios:

La importancia estratégica del castillo de los Templarios de Ponferrada se aprecia en la vigilancia que desde allí podían hacer de la zona de la Maragatería y los montes de León. Al otro lado del brazo horizontal de la cruz de Tau nos encontramos la Sierra de San Saturnino (Aragón), zona conocida históricamente por sus leyendas de brujas y por la creencia de que sus manantiales eran sagrados y medicinales. Además, los templarios establecieron allí su castillo de Monzón que, a pesar de tener origen musulmán, tuvo su mayor relevancia política en la época templaria. Hacia el sur, lanzando una línea desde Ucero nos encontramos La Alcarria Oriental, donde está el castillo de Torija (Guadalajara), que se cree que tiene origen templario. La Mancha mágica, emplazamiento de viejos cultos mistéricos de la península, contó con representación templaria en Calatrava (Ciudad Real), aunque los caballeros lo devolvieron a la corona de Castilla al verse incapaces de defender la zona. Y por último el núcleo mágico de Jaén, con centro en Úbeda. No hay documentos que aseguren la presencia de los templarios allí, pero como cita Atienza, la participación de los miembros de la orden en las conquistas de ese territorio con Alfonso VIII y la estabilización cristiana bajo Fernando III, ayudan a confirmar que los templarios poseyeron el castillo de Iruela (Cazorla).

 

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La mitología templaria en El Bierzo

Aunque el castillo de los Templarios sea uno de los principales y más conocidos símbolos templarios en la Comarca, son muchos más los mitos que abundan en El Bierzo. El periodista y escritor Jesús Ávila Granados muestra en su libro 'La mitología templaria' los conceptos esotéricos de la orden del Temple en España, que en la Comarca se encuentran en Balboa, Bembibre, Borrenes, Cornatel, Corullón, Las Médulas Pieros, Ponferrada y Villafranca del Bierzo. Entre estos vestigios se encuentran algunos perfectamente documentados y otros que se basan en la tradición popular que sen han transmitido de 'boca en boca'.

Enclaves mágicos como el Castillo de Ponferrada -la fortaleza templaria más grande occidente-, el de Balboa -cedido según las creencias a los templarios por la ayuda prestada al rey Fernando II- , el de Bembibre -del que hoy en día solo quedan los cimientos-, el de Borrenes, Cornatel -rebautizado por los templarios como Ulver, unido según la leyenda al de Ponferrada por un túnel de 10 kilómetros-, el de Pieros -administrado por los Templarios por lo menos desde 1178 y consagrado por el obispo Osmundo en 1086, aunque actualmente no quedan restos- y el de Villafranca han tenido a lo largo de su historia relación con la orden del Temple, según explica Ávila Granados.

Otras edificaciones unidas a los templarios por sus leyendas son la iglesia de San Miguel de Corullón, ya que es uno de los santos a lo que veneraban los caballeros de la Orden, y la iglesia de Santiago de Villafranca, que cuenta en el capitel interior con una representación de serpientes, un animal al que los templarios reverenciaban dándole carácter sanador para los peregrinos que llegaban, al igual que sucede con la puerta del Perdón, situada en la misma iglesia y que otorga el jubileo a aquellos peregrinos enfermos que no pueden llegar a Santiago.

Los templarios además, según aseguran los historiadores, explotaban yacimientos de oro de la época romana y se cree que estuvieron en Las Médulas, considerada por ello montaña sagrada y donde se formó una encomienda, una especie de pueblo administrado por un comendador. Otra encomienda se establecería en Ponferrada, donde también existiría un árbol sagrado. Para los templarios este árbol era el fresno, considerado el primer árbol de la humanidad y mediador de culturas ancestrales.

Otros símbolos relacionados con los Templarios y repartidos por El Bierzo son la Cruz de Tau, presente en diversas edificaciones -la más representativa en el acceso al Castillo de los Templarios-; o las ocas, un elemento esotérico relacionado con aves mensajes entre el cielo y la tierra, representado en varios puntos de el Camino de Santiago, entre ellos en Cornatel y Ponferrada.

Por último el santo Grial, el cáliz sagrado que utilizó Jesús en la Última Cena y que recogió su sangre en la cruz, es uno de los elementos más enigmáticos de la historia y se dice que fue custodiado por la Orden del Temple, creyendo que residió en El Bierzo en Balboa, Cornatel, Ponferrada y Villafranca.

 

 




 

Si te ha interesado este artículo, también puedes echarle un ojo al primer reportaje del serial:

Las torres del Castillo de Ponferrada guardan la fascinación y misticismo de los Templarios con las constelaciones del zodiaco (clic)

y al segundo reportaje del serial:

¿Existió un túnel entre los castillos de Ponferrada y de Cornatel? … Así sería según la leyenda templaria (clic)