La puesta en libertad (provisional a la espera de juicio) puede ser la peor parte de la encarcelación de Pedro Muñoz.
Ahora puede despertarse en aquella cama, solo, sin patio ni compañeros. Ahora puede contactar con la emisora local, o conectarse sin limitaciones a internet. Ahora puede palpar la calle... O no.
Y ahí pinta la 'cuestión' nuestro dibujante de cabecera, Daniel Buitrón, donde Muñoz asoma entre barrotes que bien pudieran ser una persiana bajada en su adosado.
La ciudad sigue fuera, y Ponferrada se representa en su 'fortaleza' que ahora mismo es la prisión de Muñoz. Los muros convierten esa libertad provisional en un encierro en la más alta torre, viendo la ciudad desde dentro, o en paseos nocturnos con capucha; quién sabe.
Lo que tampoco sabe nadie es por qué se retrasa ya por más de 2 años un juicio sobre unos hechos que mantiene el 'presunto' sobre el caso.
(...)
Mientras, Raquel también vive en su prisión sin perspectiva de soltarse de los grilletes, ya en una residencia de la ciudad. La ciudad donde ambos viven amurallados, pero de forma tan distinta... A la espera de juicio.