'En casa de uno...' como dice aquel, no manda más que uno.
En estas andamos que un día la decisión fue tomada, y con razón. El rumbo del equipo con José Gomes era insostenible. El equipo no era capaz de asimilar sus ideas, sus ideas de juego eran equivocadas o (tal vez) la planificación de una plantilla que puso etiqueta de venta a varios de los mejores jugadores de la pasada campaña en esa 'contención' de la ambición o quizá 'buen hacer' empresarial para el club (que veremos si no sale cara si hay descenso) fue errónea.
Si fuera este último caso, estaríamos en peor situación, por cuanto 'a la gallega' o 'a la portuguesa', el tema no saldría. Y ojalá salga, porque la Ponferradina es bandera de la ciudad, una de ellas.
La cosa es que la decisión un día se hizo clara. Gomes no podía. Esta era una decisión tomada con la razón porque había razones, pero claro, también suponía darle la razón a titulares de algunos Medios de esos que no forman parte del club de prensa del club.
Puede ser eso, o no (y están esas cosas de las cláusulas de despido y esas cosas), pero lo que sí pasó es que dilataron algo insostenible, sin darse cuenta que a quien le estaban quitando la razón era a ellos mismos.
En estas al pobre Gomes no le quedó otra, en un gesto de enorme elegancia, que poner punto final a una situación que era inevitable, pero que -si es cierto que dimitió sin ser una escena pactada- deja en evidencia poca resolución en la capacidad de mando ,con una decisión que ya carecía de tiempo de reacción. Pero oye, es 'la casa de uno'.